No obstante, la experta, que se ha incorporado como investigadora visitante al equipo del »Programa ATLANTES» del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, ha reconocido la dificultad que hay a la hora de reclutar a los pacientes ya que cuando se encuentran de frente con su propia mortalidad y el sentido de que su tiempo es limitado, su disposición a la hora de participar en un estudio se ve «influida negativamente».
Asimismo, ha subrayado la importancia de emplear un lenguaje apropiado y de saber que el uso de ciertas palabras puede beneficiar o no al estudio. En este sentido, la experta ha recordado que »paliativo» no significa el final de la vida, si no que los cuidados paliativos comienzan cuando la enfermedad empieza a afectar la calidad de vida de la persona.
Dicho esto, Robinson ha destacado la importancia de entender los riesgos y los beneficios de llevar a cabo estas investigaciones con pacientes a la hora de diseñar las investigaciones cualitativas.
«Históricamente se ha pensado que hacer que el enfermo hable de su experiencia le causa dolor y entendemos que puede evocar esa angustia, pero no creemos que la cause. De hecho, los propios pacientes cuentan que les resulta muy útil que alguien les escuche atentamente y se interese por su experiencia», ha zanjado la experta.