Según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), España es el primer país en el mundo en donaciones y trasplantes renales provenientes de cadáver por millón de habitantes. Sin embargo, hay muchas personas que continúan necesitando un trasplante de riñón y siguen esperando con angustia que aparezca la donación de ese órgano y además tengan compatibilidad con él.
En el año 1954 un grupo de investigadores dirigidos por el doctor Joseph Murray realizaron el primer trasplante de riñón proveniente de donante vivo. El trasplante de riñón se realizó entre gemelos univitelinos. Recuerden nuestros lectores que los gemelos univitelinos se forman por la división en dos de un único cigoto (unión del espermatozoide y del óvulo), en los primeros días del desarrollo, dando lugar a dos cigotos con la misma información genética.
Por lo tanto, el trasplante realizado entre gemelos univitelinos evitó el problema de la no compatibilidad y el riesgo de rechazo por una reacción inmunológica aguda. Este primer trasplante de riñón entre personas con una estrechísima relación genética entre el donante del órgano y el receptor del mismo puso de manifiesto que esta relación genética favorece la compatibilidad de los órganos.
A partir de entonces, el trasplante renal de vivo se convirtió en una opción terapéutica para muchas personas.
Hay principalmente dos grupos de personas que pueden ser donantes de riñón estando vivos. El primer grupo sería el de familiares genéticamente relacionados con el receptor (donación de padres a hijos, entre hermanos, hijos a padres, etc). El segundo grupo de donantes serían los familiares genéticamente no relacionados (matrimonios, parejas de hecho, cuñados, etc.).
Los lectores de esta sección de Teinteresa seguramente estarán sorprendidos de como es posible que este segundo grupo de familiares considerados no genéticamente relacionados puedan donar un riñón a su familiar y que no haya rechazo del sistema inmunológico del receptor.
Los tejidos tienen sustancias denominadas HLA (antígenos leucocitarios humanos). Existen lugares estratégicos en el sistema HLA que sirven para examinar si una persona puede ser compatible con otra. En otras palabras, a través del HLA nuestro sistema inmunológico distingue lo propio de lo extraño.
Se piensa que las relaciones sexuales entre la pareja y también los embarazos pueden modificar el HLA de una persona y hacerlo más semejante y por lo tanto compatible con la otra. Sin embargo, también se piensa que otros factores como la propia convivencia pueden favorecer la semejanzas en el HLA y prueba de esto es que los padres adoptivos también podrían ser donantes vivos de riñón para sus hijos adoptados.
Dice la historia que el HLA fue descubierto por el investigador francés Jean Dausset, recibiendo por ello en 1980 el premio Nobel de Medicina. Dausset decía que “cada célula es portadora de la identidad de un sujeto, y cada uno de nosotros es genéticamente distinto y único”.
Algunas personas están investigando si el HLA incluso tiene influencia en la elección de la pareja. Estos estudios especulan con la posibilidad de que el HLA podría ser detectado inconscientemente a la hora de elegir pareja y esto podría hacer que las personas que se ven atraídas para formar una pareja tienen complejos de histocompatibilidad demasiado diferentes como para que éstos sean considerados casuales. ¿Formará también el HLA parte de la química del amor?.