Para la mayoría de nosotros el chocolate es un placer que genera culpa. Nos dan ganas de comerlo porque sabe muy bien y porque es dulce, a pesar de que somos conscientes de que, en su lugar, deberíamos estar comiendo frutas.
Estudios científicos revelan que, de media, los británicos comen alrededor de 11 kilos de chocolate por año, lo que convierte a Reino Unido en el tercer mayor consumidor de chocolate del mundo. Sólo los suizos y los alemanes consumen más chocolate.
El consumo del chocolate
Consumir chocolate puede tener efectos positivos en la salud, muchas personas afirman sentir antojo por el chocolate y disfrutar de la sensación que induce su consumo, la clave de esta sensación podría ser una sustancia química llamada anandamida, que es similar a los compuestos liberados cuando se consume cannabis (marihuana).
Cuando comemos chocolate, la anandamida se libera en pequeñas cantidades y crea una sensación relajante. El profesor Philip K. Wilson, coautor del libro «Chocolate as Medicine – A Quest over the Centuries», afirma que lo que están por descubrirse las cualidades afrodisíacas del chocolate.
«Hay más de 500 sustancias químicas en los chocolates que consumimos, por lo que deben realizarse análisis que tardarán toda una vida», advierte Wilson.
Su impresión es que la textura «casi seductora» del chocolate es tan importante como sus ingredientes.
El doctor Barry Smith, director del Centro para el Estudio de los Sentidos de la Universidad de Birkbeck en Londres, concuerda con Wilson. Smith comenta que la combinación de la suavidad y la cremosidad del chocolate en la boca, la dulzura de su sabor, impulsado por aromas como el de la vainilla, incluso antes de que llegue a las papilas gustativas, hace que comer chocolate sea una experiencia sumamente placentera.
Mitos del chocolate
El chocolate amargo tiene menos calorías que el chocolate con leche, en realidad, tanto el chocolate amargo como el chocolate con leche contienen aproximadamente la misma cantidad de calorías por cada 100 gramos, que es aproximadamente 550 calorías. Pero el chocolate amargo contiene más cacao, que tiene beneficios para la salud.
-El chocolate provoca acné. Algunas personas consideran que su piel es más sensible al chocolate y por eso prefieren evitarlo. Pero no hay ninguna evidencia de una relación en este sentido.
-El chocolate causa migrañas. El chocolate contiene pequeñas cantidades de tiramina y feniletilamina, que son aminoácidos de la proteína en el chocolate. Ambos pueden desencadenar una crisis de migraña. Sin embargo, no hay evidencia para sugerir que el chocolate por sí solo es la causa.
-El chocolate engorda. Todo depende de la cantidad que se coma. Comer una barra de chocolate grande todos los días adicional de la ingesta diaria de comida habitual sí podría dar lugar a algún aumento de peso. Sin embargo, como parte de una dieta sana y equilibrada que incluya 30 minutos de ejercicio cinco veces por la semana, el chocolate no generará un aumento de peso.
«El queso puede oler muy mal pero puede saber muy bien. Un café recién preparado siempre huele fantástico, pero no es el mismo sabor cuando se bebe. Y eso es decepcionante». «Pero con el chocolate, el placer de la anticipación y la recompensa de comerlo coinciden. El aroma y el sabor es el mismo y eso es importante porque hay dos clases de placeres que se satisfacen», añade Smith.
Experimento con chocolate
Smith recomienda hacer un experimento: «tomarse un tiempo para saborear un trozo de chocolate y después, comparar la experiencia comiéndolo rápidamente.
«Cuando lo empiece a comer, dele vuelta en la boca para que se derrita y acaricie la lengua. Los receptores que tenemos en la lengua responden a esta caricia y provocan una sensación diferente a lo que pasa simplemente cuando hay un contacto rápido».
Tanto los hombres como las mujeres pueden experimentar el placer del chocolate, pero el sentido superior del olfato de las mujeres implica que ellas pueden ser más propensas a disfrutar de esta sensación.
El deseo de lo prohibido
Hay una teoría que afirma que tomar chocolate es percibido como un «mal alimento«, debido a su contenido de azúcar y grasa, tratamos de evitar su consumo, esto nos lleva a desearlo, ya que es algo prohibitivo.
Sin embargo, en los últimos años su imagen en la prensa ha mejorado hasta el punto de que ahora se sabe que tiene algunos beneficios para la salud.
El tipo de polifenoles presentes en los granos de cacao, conocidos como flavonoides, son antioxidantes y hay alguna evidencia de que su acción puede ayudar a proteger el corazón. Pero sólo como parte de una dieta sana y equilibrada.
Sabiendo todo esto, «el alimento prohibido» es otro dulce más por el que ninguna persona se debería sentir mejor o peor al tomarlo. Todo en su justa medida es bueno y el chocolate, también.