Reino Unido se plantea combatir la obesidad infantil prohibiendo las fiambreras en los colegios. Expertos han aconsejado al Gobierno de David Cameron que se impida en las escuelas que los niños traigan la comida de casa, ya que muchos llevan alimentos con grasas y alto contenido calórico.
Según cuenta el diario The Telegraph, esta medida obligaría a los padres a pagar por las comidas escolares, pero al mismo tiempo el sector dedicado a la restauración en los centros educativos aportaría más recursos para extender una dieta saludable en las aulas.
El diario El Mundo se hace eco de esta información. Señala que el 57% de los escolares almuerza la comida de casa; en la mayoría de los casos traen productos preparados, bocadillos y refrescos.
No es la única medida para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil. El Gobierno ha acordado introducir en el currículo escolar clases de cocina y educación para alumnos de entre siete y 14 años.
A partir de 2014, los escolares tendrán lecciones sobre técnicas de cocina y nutrición, e incluso aprenderán a preparar 20 platos.
Por otra parte, la Academia de Médicos del Reino Unido ha propuesto subir los impuestos de las gaseosas y prohibir los anuncios de comida rápida para frenar la obesidad. Uno de cada cuatro adultos en el Reino Unido es obeso -las previsiones elevan la cifra al doble para 2050- y un tercio de los niños que acaba primaria tiene sobrepeso.