Aceptar con resignación la alopecia impuesta por la genética es algo del pasado. El negocio de los injertos de pelo está en auge y el turismo sanitario que traslada a más de 10.000 españoles al año hasta Turquía para volver a lucir cabellera es una realidad. Sin embargo, en estos viajes es probable que se estén asumiendo más riesgos de los que en origen somos conscientes.
El ‘pelo low cost’ entraña unos peligros ignorados por los clientes extranjeros, y es que con anterioridad a embarcar en el avión rumbo al otro lado de Europa mucha información se oculta intencionadamente. En teinteresa.es hemos hablado con expertos en trasplante capilar para destapar las bondades y perversiones de este rentable negocio.
Lo que anima a los potenciales clientes a acudir a Turquía y no someterse al tratamiento en España es la diferencia de precio que, si bien cada día es menor, sigue siendo significativa. Pero ¿qué se esconde tras estos ‘injertos ganga’? “Quienes operan no son doctores, cuentan con poco personal, que cobran un sueldo medio de 350 a 400 euros mensuales, tienen subvenciones por parte del Estado y muchas veces las intervenciones no se realizan en un quirófano o sala habilitada”, explica Christophe Guillemat de la Clínica Capilar CFS.
“Además de que ninguna clínica u hospital turco te dará una factura, por ello te dicen que lleves dinero en efectivo y nunca pagues con tarjeta, porque de hacerlo te cobrarán un 8% más (el IVA turco sanitario) y de ahí que sea más barato”, añade Tino Castro de Medical Clinics, quien coincide con Christophe en que “en Turquía el 85% de los que dicen ser médicos no lo son, incluso hay veces que no son ni enfermeras, y ello puede conllevar a un riesgo mayor en caso de problemas durante la cirugía”.
Las consecuencias de una intervención sin personal sanitario acreditado pueden ir desde pequeñas infecciones a problemas de sangrado, donde “seguramente pierdas los folículos implantados y, por supuesto, ellos no se harán responsables”, confirma Castro. En varias ocasiones ambos expertos han conocido a clientes de estas clínicas turcas en busca, ya en España, de soluciones a desperfectos que no siempre tienen arreglo. “En Turquía extraen muchos implantes sin tener cuidado de no dañar la zona donante y muchos pacientes pierden gran parte de los cabellos de dicha zona, por lo que no les queda pelo en la parte de atrás de la cabeza. Es decir, se ha despoblado una zona para repoblar otra, por lo que únicamente han trasladado el problema. Y esto no tiene arreglo”, exponen desde la Clínica CFS.
“También nos hemos encontrado con hepatitis e infecciones. Una vez operados, los pacientes no tienen el seguimiento pertinente y muchas veces la clínica, o el doctor, o traductor, no contestan a las preguntas de los pacientes. Allí lo que les importa es hacer la máxima cantidad de operaciones y ganar la máxima cantidad de dinero posible. Saben perfectamente que los pacientes no tendrán recursos para posibles demandas judiciales por lo que, les da absolutamente igual que el resultado sea nefasto”.
También Tino Castro recuerda segundas intervenciones “para corregir un implante con una línea frontal alta o el nacimiento del cabello al lado equivocado. La tricología estudia todo esto y es la manera correcta de hacerlo. De nada sirve poner mucho pelo sin saber hacia donde crece el cabello o cuál es la línea natural de crecimiento del cabello con la edad actual del paciente. Ante todo en este tipo de intervenciones miramos la naturalidad para que nunca parezca que te has realizado un trasplante capilar”, desvela Christophe Guillemat.
Castro nos descubre igualmente otra gran mentira de los tratamientos en Turquía: “Dicen poder hacer trasplante capilares de hasta 5.000 folículos en una sesión, o más, pero el máximo de folículos que se pueden extraer y mantener vivos en una sola sesión es de 4.500 (máximo 8 horas de intervención) y depende de varios factores: buena zona donante, experiencia del equipo médico, zona de trabajo, instrumentación, soluciones acuosas de mantenimiento, etc.”.
Esto tiene consecuencias también en la oferta española de estos servicios pues “por culpa de las operaciones low cost muchas clínicas en España ofrecen operaciones que no pueden realizar. Es decir, proponen cosas que no tiene sentido en cuanto a número de implantes y precios que no son acordes a la cantidad de unidades foliculares”, denuncia Christophe Guillemat.
No obstante, Guillemat no quiere que se demonicen todas las clínicas turcas: “En todos los países hay clínicas buenas y malas. Lo más importante es elegir una clínica especializada, con mucha experiencia (no menos de un año) y que garantice los resultados por escrito”, aconseja.
¿Cómo es el proceso del trasplante capilar en España? (Responde Clínica Capilar CFS)
- Lo primero que se tiene que hacer es una valoración presencial para que el doctor pueda valorar el estado de la zona donante del paciente (nuca y laterales) así como las necesidades del mismo.
- Explicarle detenidamente el proceso y no crear falsas expectativas.
- Una vez se haya determinado la cantidad de implantes y explicado al paciente lo que se puede lograr con dicha cantidad, se le remite un presupuesto detallado donde consta la cantidad de unidades foliculares y número de cabello.
- En el caso de que el paciente quiera operarse, deberá de realizarse un análisis de sangre completo y contestar un cuestionario clínico. A veces en Turquía se le deniega la intervención a los pacientes por el resultado de sus análisis de sangre, por ejemplo en casos de VIH positivo. En estos casos, en España si la carga viral es indetectable y no toma medicación que provoca caída de cabello, se puede realizar la intervención sin problema.
- El día de la intervención, lo atiende el doctor para volver a explicarle el proceso y marcar con el paciente la zona donde se van a implantar los folículos.
- Una vez en quirófano, se le pone anestesia local con una ligera sedación para que el paciente esté relajado, pero no dormido.
- El doctor procede a la extracción de los folículos (uno de cada tres, para no daña la zona donante) con un instrumento muy fino y con un sistema que permite obtener una regeneración de un 30 a un 40% de la zona donante.
- Los folículos están controlados bajo microscopio por las enfermeras, clasificados, conservados en cadena de frío y con factores de crecimiento para aumentar el porcentaje de supervivencia. Es muy importante que el tiempo de intervención sea el mínimo posible para que no se mueran los implantes.
- Una vez se haya terminado la extracción se procede a la implantación.
- El doctor realiza el diseño de la línea frontal (muy importante dado que es lo que más se ve) y la repartición de los folículos de uno, dos, tres y cuatro cabellos para que el resultado de la intervención sea lo más natural posible.
- También se aplica en la zona donante y receptora factores de crecimiento para una mejor recuperación y regeneración.
- Una vez finalizada la intervención, se le da de comer al paciente y acto seguido el doctor le explica al paciente cuáles son los cuidados que tiene que tener y le da las instrucciones post operatorias por escrito. También un número de teléfono móvil de contacto para poder contactar con el doctor en cualquier momento.
- Se programa una hora para control a las 48h para poder quitar el vendaje y primera cura. Se cita al paciente de forma regular para realizar varios controles.
- A los 8 meses se vuelve a ver el paciente para poder valorar el resultado de la intervención.