«Manifestamos un rotundo rechazo a la discriminación, los estigmas y la desigualdad, con el fin de poder garantizar la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas. Debemos hacer posible, la capacitación de éstas a fin de lograr su plena participación en la sociedad en condiciones de igualdad», reza el manifiesto.
El objetivo del Día Mundial es manifestar la importancia de que la sociedad española tenga un «mayor conocimiento y comprensión de los trastornos mentales», así como reconocer el papel que las familias desempeñan como elemento clave en el tratamiento de estas enfermedades.
En España, alrededor del 9 por ciento de la población padece algún tipo de trastorno mental y aproximadamente un 15 por ciento lo padecerá a lo largo de su vida. Además, se estima que para el año 2020 entre las diez enfermedades que más discapacidad producen cinco serán trastornos mentales, figurando la depresión como la segunda más importante.
Ante esta situación, el Gobierno está trabajando en la nueva Estrategia Nacional de Salud Mental que estará vigente hasta 2019 y que incluirá entre sus líneas de actuación la atención e intervención con las familias, la mejora de los sistemas de información, la autonomía y los derechos del paciente o la participación de los agentes e instituciones.
Además, entre sus principales líneas estratégicas incluye la lucha contra el suicidio, con el objetivo de disminuir esta conducta con la prevención y detección precoz; y prestará especial atención a los menores, ya que aproximadamente el 20 por ciento de los niños y adolescentes llegan a presentar algún tipo de trastorno psiquiátrico.