El día 22 de septiembre de 2012, viernes, a las 16 h 49 m hora oficial peninsular (una hora menos en Canarias) comienza oficialmente el otoño en España. El otoño además de ser conocido como el mes de la caída de las hojas es el mes de la vacunación contra la gripe. En España, la gripe suele afectar a una de cada cuatro personas. Existe una población de mayor riesgo como son las personas mayores, personas que sufren enfermedades de tipo respiratorio y los niños. En principio, la gripe es una enfermedad benigna pero no debemos olvidar que en España la gripe causa la muerte de unas 3000 personas cada año.
El virus de la gripe, o virus influenza, utiliza nuestra nariz para infectar a nuestro organismo. Cuando una persona estornuda a nuestro lado y esta está infectada por el virus de la gripe, millones de virus intentarán colarse por nuestra nariz para infectarnos a nosotros. Otra vía muy importante de la transmisión de la gripe es el contacto de las manos. Si una persona infectada por el virus ha estornudado y se tapó su nariz con la mano, esa mano contiene muchos millones de virus de la gripe. Si después nosotros damos la mano a esa persona nos habrá transmitido el virus.
Una vez que el virus entra en contacto con nuestra nariz, intentará llegar a nuestro pulmones donde cada partícula viral se multiplicará generándose miles de virus nuevos de la gripe y desde donde se diseminará a todo nuestro organismo.
Nuestra cuerpo tiene mecanismos de defensa que intentarán impedir al virus que desde nuestra nariz acceda a los pulmones. Uno de ellos es la producción de moco.
En el moco, los microorganismos, incluidos el virus de la gripe, quedan inmovilizados, como en una tela de araña, y luego al expulsar el moco el virus sale con él. Sin embargo, el virus también tiene mecanismos para intentar defenderse de la trampa que supone para él el moco. El virus tiene una molécula en su exterior llamada neuraminidasa y mediante ella se ayuda para atravesar el moco. Después el virus de la gripe tiene que infectar las células de nuestras vías respiratorias y penetrar en ellas.
Para infectar nuestras células el virus utiliza otra proteína que tiene que se denominada hemaglutinina. Una vez dentro de nuestras células es donde el virus comenzará a multiplicarse.
Existen muchas cepas de virus de la gripe y cada año hay que conocer que cepa vendrá para generar la vacuna apropiada. Las cepas se nombran respecto al tipo de proteínas hemaglutinina y neuromanidasa que tienen en su envoltura. El conocido virus de la gripe aviar era el H5N1.
Entonces, según esto, debemos conocer con tiempo que tipo de virus de la gripe nos visitará este año para poder hacer la vacuna adecuada específica contra él. El virus de la gripe está cambiando constantemente por lo que no es inusual que nuevas cepas de virus de influenza aparezcan todos los años.
La verdad es que la elaboración de la vacuna de la gripe se basa en una predicción. Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) vigila zonas de Asia donde suelen generarse las variantes del virus de la gripe y con esos datos se envían a las compañías que realizan las vacunas donde se sintetizarán vacunas generalmente contra tres cepas del virus.
El virus de la gripe o virus influenza ha acompañado al hombre desde hace cientos de años. Se calcula que el virus de la gripe tiene al menos 80 millones de años. En el año 1580, la llegada del virus de la gripe en Madrid diezmó su población muriendo también la reina Ana de Austria, esposa de Felipe II, quién también enfermó pero logró superar el virus a pesar de que sus médicos le encerraron en una habitación oscura y mal ventilada pensando que con esta medida le protegían del virus.
En el siglo pasado, entre los años 1918-1920, ocurrió un terrible pandemia del virus de la gripe donde se calcula que murieron alrededor de 20 millones de personas. Sin embargo, la denominación del virus influenza parece tener su origen en Italia en el siglo XV donde una epidemia de este virus se atribuyó a la influencia de las estrellas.