Cada vez más en el mundo de la biomedicina y de la ciencia se le está comenzando a dar importancia a la relación entre los genes de cada persona y sus circunstancias personales de vida.
Es decir, como el estilo de vida y el ambiente que rodea a cada individuo, entendiendo por ambiente desde el estrés hasta el tiempo que dedica al deporte o el tipo de alimentación que sigue pueden determinar si un gen que ese mismo individuo tiene, se expresa más o menos, o si una modificación o alteración genética en un individuo tiene una mayor o menor influencia en él.
Esto significa que si ese gen estuviera unido a una patología determinada, esos factores adicionales pueden determinar que en es individuo el gen tenga o no importancia. Los factores externos que modifican a la expresión de un gen se llaman desde el punto de vista científico factores epigenéticos.
Los expertos creen que a la hora de envejecer los genes tienen mucho que ver en la forma de hacerlo y en las enfermedades que se puedan desarrollar. El doctor José López Trigo asegura que poco a poco se está descubriendo las relaciones de la genética con las patologías como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
Explica que es muy importante estudiar en qué medida afectan e influyen para poder evitar el desarrollo y avnce de diferentes patologías. “Lo que está claro es que influyen”, sentencia.
Por ello, los expertos recomiendan que toda persona esté informada del historial médico de su familia para intentar calcular el porcentaje de posibilidades que se tiene de sufrirla o no.
La Fundación Española del Corazón ha incluido en su decálogo esta cuestión animando a todas las personas a consultar al médico si alguno de los familiares ha padecido del corazón.