Xiskya Valladares, una monja nicaragüense de 43 años, hija de un cardiólogo y una abogada, es periodista, filóloga y fotógrafa aficionada, pero es conocida sobre todo como »la monja tuitera».
El apodo se lo ha ganado la religiosa por su intensa actividad en Internet y en las redes sociales. Aunque reconoce que siempre le ha interesado la informática y la tecnología, cuenta que, al principio, no le gustaban las redes sociales. Pero ahora, tiempo después, se muestra convencida de la necesidad de llevar a Cristo al mundo digital o «sexto continente» como ella prefiere denominarlo.
En una entrevista con Efe, Xiskya, religiosa de la Pureza de María y directora de la revista de su congregación »Mater Purissima», explica que veía en las redes sociales una forma de perder el tiempo y algo que fomentaba «el chismorreo».
Su interés por su utilidad llegó al mismo tiempo que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a Madrid, en 2011, cuando escribió la crónica El diario de una peregrina e hizo un vídeo para un servicio on line de un diario nacional.
Para Xiskya fue una de las mejores experiencias de su vida, ya que gracias a ella confirmó que es necesario «vivir la fe en comunidad» y que la combinación periodista-religioso es una «fórmula muy potente para vivirla».
«Al tuitear todo lo que estábamos viviendo, descubrí con sorpresa el gran poder de las redes sociales», asegura la religiosa quien, a pesar de haber creado una cuenta en la red de los 140 caracteres en 2009, «no había vuelto a usarla hasta que empezó el movimiento 15M» para informarse en directo.
Su contacto con el 15M
Cuando surgió la acampada social del 15M, Xiskya decidió pasar un día allí para comprobar en qué consistía el movimiento, al que califica de «fracaso» político, aunque cree que socialmente constituye una «sensibilización importante, especialmente entre los jóvenes» y cuya «gran capacidad de movilización se ha debido a su gran dominio de las redes sociales».
Tiene casi 5.000 seguidores en su cuenta y más de 27.000 tuits escritos, la red social favorita de Xiskya es Twitter, aunque también es una usuaria habitual de Facebook, Google Plus, Flickr, Youtube y Linkedin.
La siguen todo tipo de personas, creyentes y ateos, pero dice encontrar pocos religiosos entre sus followers y, en este terreno, cree que la Iglesia en Latinoamérica «le lleva mucha ventaja» a la española que, en su opinión, «no ha sabido aprovechar el enorme potencial de las redes sociales» ante lo que le insta a «un cambio de mentalidad».
Para Xiskya, el principal peligro de las redes sociales es «creerse las noticias de particulares sin contrastar las fuentes», ya que «no todos los usuarios son de fiar, ni todos saben comunicar».
Así, «siempre será necesario el periodista profesional y la empresa periodística que respalde la veracidad del mensaje», aunque asegura que también existen usuarios y blogueros que informan «con el mismo rigor y veracidad que un profesional».
Un foro para los temas de actualidad
Con respecto al tratamiento en Internet de temas de actualidad como el aborto, Valladares afirma que la libertad en la red «no es aún tan real como aparenta» y que «los abortistas tienen libertad de expresión sin problemas», pero que no siempre se respeta a quienes «defienden la vida».
Xiskya cuenta que ha recibido insultos y amenazas como «precio de la libertad en una red social», algo que «no es fácil al principio» pero que a la larga resulta «un aprendizaje interesante».
En el ámbito religioso, la monja asegura que las redes sociales son también «una herramienta más para transmitir el mensaje de Cristo». Xiskya se encuentra actualmente de visita familiar en Nicaragua, donde ha dado varios cursos de la «Evangelización 2.0» y donde asistirá a un congreso diocesano de comunicaciones en el que participarán periodistas y sacerdotes.
Para la religiosa, el periodismo está pasando momentos de crisis y el futuro del papel es precario porque el proceso de digitalización «es imparable» aunque, dice que éste seguramente seguirá existiendo «para un público selecto, de élite».