«Cuán importante es vivir una existencia cristiana y religiosa sin perderse en disputas y chismes, cultivando un diálogo pacífico con todos, con mansedumbre y humildad, en medio de los pobres, anunciando la paz y viviendo con sobriedad, contentos con lo que se nos ha ofrecido», ha manifestado Francisco.
Para ello, el Pontífice les ha pedido un fuerte compromiso «con la transparencia, la ética y la solidaridad en el uso de los bienes» que se reflejen en un estilo «de sobriedad y desposesión».
En este sentido, ha alertado a los religiosos de la afección a los «bienes y riquezas» y de colocar la seguridad en base a las posesiones materiales, ya que en ese caso –ha remarcado el Papa– «será el Señor el que despoje al espíritu de la mundanidad con el fin de preservar el valioso patrimonio de la minoría y la pobreza que ha pedido a través de San Francisco». «O sois verdaderamente pobres y pequeños o acabaréis desnudos», ha advertido el Papa.
Finalmente, les ha dicho que la Orden de los Franciscanos está llamada a expresar «la fraternidad» con gestos concretos que lleven a la «recuperación de la confianza en las relaciones interpersonales, para que el mundo pueda ver y creer que el amor de Cristo cura las heridas».