Desde los confines de un Irak en guerra o de una Nigeria afectada por la epidemia del ébola, pasando por decenas de naciones más, los peregrinos afluyen a Arabia Saudita para el Haj, la mayor concentración de musulmanes del mundo.
A partir de los primeros días de octubre, casi dos millones de fieles recrearán en La Meca, en el oeste de Arabia Saudita, en el recogimiento una tradición que data de hace 14 siglos.
“Es como un sueño, un momento que jamás olvidaré”, confía Kazim Ibrahim, de 69 años de edad, a su llegada a la ciudad sagrada.
Este iraquí realiza el Haj mientras los yihadistas del grupo ultrarradical Estado Islámico (EI) controlan una parte de su país, así como de la vecina Siria, y cuyos actos execrables y violentos han provocado la repulsa e indignación del mundo entero.
El rey Abdalá de Arabia Saudita, uno de los países árabes integrados en la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra el EI, acusó a los yihadistas de pervertir el islam, “una religión de unidad, fraternidad y ayuda mutua”.
El ministerio del Interior precisó que hasta el 23 de septiembre un total de 983.362 peregrinos extranjeros llegaron al país. Y de nuevo se espera una peregrinación algo menos numerosa que la de años anteriores a causa del ébola y de la amenaza terrorista.
Según los medios sauditas, las autoridades desplegaron unos 85.000 agentes para garantizar el buen desarrollo del Haj, quinto de los llamados pilares del islam, que en los últimos años estuvo marcado por avalanchas humanas e incendios mortales.
Terroristas aceptados
Las autoridades de Arabia Saudí no han a prohibir que los miembros de los Hermanos Musulmanes, grupo considerado terrorista por Riad, visiten el país para efectuar las peregrinaciones a las ciudades santas de La Meca y Medina.
Incluso a aquellas personas que tienen prohibido entrar en territorio saudí se les permite llevar a cabo la peregrinación grande, “Haj”, y la pequeña, “Omra”, dijo el portavoz de Extranjería saudí, Ahmed al Lehidan, en declaraciones que publica hoy el diario local La Meca.
Al Lehidan precisó que sólo se impide realizar estos mandamientos a personas sobre las que pesan órdenes especiales de detención por parte de las autoridades saudíes.
Poca afluencia en 2013
En la peregrinación del año pasado también hubo un menor número de peregrinos debido a las obras de ampliación de la Gran Mezquita, así como por la amenaza del coronavirus MERS, surgido en el país saudita y que se cobró la vida de 317 personas desde su aparición en 2012. En 2013 el números de peregrinos musulmanes que acudieron a La Meca para cumplir con el quinto pilar del islam se cifró en 1, 5 millones. El dato contrasta con los 3,2 millones de personas que acudieron al mismo lugar en 2012.
El ébola y el EI, las amenazas
Arabia Saudí, que ya tuvo que controlar el número de peregrinos a los que permitía viajar a su país por culpa de un virus –el coronavirus MERS-, tendrá que lidiar en la peregrinación de 2014 contra otros dos virus: el ébola y los terroristas del EI.
El ébola ya se ha cobrado la vida de más de 3.000 personas en África por lo que Arabia Saudí ha cerrado sus fronteras en esta peregrinación para los musulmanes de Liberia, Guinea y Sierra Leona. Además ha instalado un gran dispositivo en el aeropuerto del Rey para analizar a todas las personas que acuden estos días a La Meca.
Los yihadistas del Estado Islámico es otro de los problemas o amenazas a los que tiene que hacer frente el país saudí. Los terroristas amenazaron con atacar en el día grande de la peregrinación por la participación de Arabia Saudí en la coalición de países que luchan contra ellos y que está liderada por EEUU.