Dorta, que forma parte del Laboratorio Central de Líquido Cefalorraquídeo, entidad de ciencia e innovación tecnológica perteneciente a la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, y que trabaja en el área de enfermedades infecciosas, neurodegenerativas y del sistema autoinmune, ha asegurado que a finales del siglo pasado se produjo una disminución en el estudio de las enfermedades infecciosas al considerar que iban en detrimento, y «se comenzaron a estudiar otros fenómenos neurodegenerativos; pero el ébola es un ejemplo de que no han desaparecido», ha matizado, y ha añadido que esta enfermedad «es un reto para la ciencia».
El ponente también ha hecho referencia al SIDA «que es una pandemia que se ha extendido a todo el mundo; junto a otras muchas enfermedades infecciosas que afectan sobre todo a la edad extrema de la vida (niños y tercera edad)». Además, ha indicado que muchas de estas enfermedades están ligadas a la pobreza, a las condiciones de vida e higiénicas, «pero hay otras que le tocan a cualquiera».
En relación a la neuroinmunología, Dorta ha asegurado que se trata de una ciencia muy nueva, y ha afirmado que gracias a la nanotecnología se está avanzando mucho en esta área.