En un emotivo pregón, Fuertes ha reconocido que está «enamorado de este municipio, de su puerto y de sus gentes», a las que ha calificado de «trabajadores que han sabido sacar de la tierra, famosas han sido sus minas, y del mar, todo lo mejor».
De hecho, a pesar de haber conocido, gracias a su condición de empresario, diferentes lugares de España y del mundo, siempre contesta cuando le pregunta por ello que no le busquen, en su época de descanso, «ni en Marbella, ni Sotogrande, ni Mallorca, si me pierdo búsqueme en Mazarrón, gozando de sus más de 35 kilómetros de playas, acantilados y pequeñas calas».
Lo podrán encontrar disfrutando de sus calles, sus gentes, porque lo que realmente le gusta es relacionarse con la gente y compartir ratos de ocio con los muchos amigos que tiene en el municipio.
Otra cosa que le encanta es pasear por el muelle pesquero a primera hora de la tarde, cuando los pescadores llegan con los distintos pescados, porque, a pesar de que dos de las empresas del Grupo Fuertes — ElPozo Alimentación y Procavi– son líderes nacionales en carnes –de cerdo y pavo, respectivamente– también entiende de pescados y mariscos y ha asegurado que «los mejores, los más ricos y frescos» los ha probado en Mazarrón.
Ha reconocido su «especial debilidad » por su «muchos rincones con encanto, pero ha elegido dos por su «belleza incuestionable»: el paisaje protegido de la Sierra de las Moreras y la Ciudad Encantada de Bolnuevo, aunque también le gusta subir al faro para ver la Bahía, ya que «es impresionante la vista desde Águilas hasta la Azohia».
Este «enamoramiento» de Mazarrón le viene desde que vio por primera vez el mar, con ocho años, y fue en Mazarrón. desde entonces no ha dejado de ir a ese rincón murciano. De hecho tiene una casa allí, y toda su familia –sus hermanos, hijos y nietos– veranean en la misma zona.
Por último, Fuertes no ha querido pasar la oportunidad para dar un mensaje de optimismo, a pesar de la situación actual. Ha reconocido que su verdadera vocación es «ser empresario y contribuir a la generación de riqueza a través de la creación de empleo».
«Tenemos la obligación de vivir la vida con optimismo, alegría y energía», porque esa actitud es «muy necesaria», ha defendido, aunque ha reconocido que no es fácil, hay que «luchar por estar contentos valorando las cosas importantes de la vida» y ha abogado por luchar contra la «incompetencia y la pereza».