A través de un comunicado, ambos colectivos han dejado bien claro que «no existe ningún tipo de colaboración ni de relación entre el Programa de Intercambio de Libros de Texto y la iniciativa ‘Ningún niño sin cenar'».
Además, aclaran que el Programa de Intercambio de Libros de Texto «se fundamenta en una apuesta por la reutilización de los libros de texto, la solidaridad entre familias y estudiantes y la reivindicación de la gratuidad de la Educación, y para su desarrollo cuenta con procedimientos, protocolos y reglamentos definidos».
«En ningún caso el Programa de Intercambio de Libros de Texto basa su fundamento y funcionamiento en posiciones asistencialistas, caritativas y arbitrarias», ha añadido.
Ha recordado además que «cualquier familia y estudiante puede participar en el Programa de Intercambio de Libros de Texto», siendo «el único requisito para poder obtener libros de cara al nuevo curso escolar es entregar aquellos manuales que ya no necesitan».
«En el municipio existen numerosos programas formales y garantistas desarrollados por entidades sociales mediante los cuales familias con pocos recursos pueden obtener material escolar para el nuevo curso», concluye el comunicado.