Según indica la organización en nota de prensa, Antonio Álamo llevaba tiempo con la idea de «descontextualizar» el carnaval gaditano y explorar sus posibilidades escénicas. Álamo tomó como referencia las «chirigotas ilegales» que deambulan por las calles fuera del concurso oficial. Y más concretamente «la chirigota de las niñas». De esta forma nacieron »Las Chirigóticas», que con su primer espectáculo ya han realizado más de doscientas funciones.
En esta «comedia cantada» y «tragedia hablada», José Luis es el «encantador dueño» de La copla negra, un local en el que trabajan tres «estupendas artistas»: la Olvido, la Manuela y la Chana. Estas mujeres, aparte de realizar actuaciones para entretenimiento del público, ofrecen a su vez la posibilidad de una «relajación pasajera» a la clientela.