Según ha dicho Antón, a preguntas de los periodistas en Oviedo donde ha acudido como miembro del jurado del Premio Princesa de Asturias de los Deportes, la pitada fue «lamentable» porque las instituciones españolas «hay que respetarlas».
A su juicio, aunque haya personas que piensen distinto de otras , el respeto mutuo a los demás «es lo más importante». El exatleta es partidario de cambiar la ley para que esas cosas no vuelvan a ocurrir.