El secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, mostró hoy en Trípoli el apoyo de su país al Gobierno de transición libio y aseguró que Washington está preparado para ofrecer a Libia la ayuda que necesite.
«En mi conversación con el primer ministro y el ministro de Defensa dejé claro que Estados Unidos está preparado para ofrecer ayuda en cuestiones de seguridad, así como cualquier otro tipo de cooperación que podamos, en cuanto el Gobierno identifique sus necesidades», dijo Panetta en una rueda de prensa.
El alto cargo estadounidense, que compareció ante los medios junto al primer ministro libio, Abderrahman al Kib, puntualizó que en la reunión de hoy no se había tratado de ninguna ayuda en concreto.
Panetta también mostró su convencimiento de que Libia «puede convertirse en un importante socio de Estados Unidos en cuestiones de seguridad» y señaló que el país africano se enfrenta a «serios y difíciles retos».
«Reunir a todas las fuerzas revolucionarias que lucharon, del este al oeste, asegurar las armas, enfrentarse al terrorismo, profesionalizar el Ejército y la Policía y desarrollar las instituciones de un gobierno libre y representativo», fueron las principales dificultades a las que aludió.
Aunque insistió en varios momentos en que «será una transición difícil», Panetta mostró su confianza en el éxito de la misma.
Sobre la desmilitarización de las milicias, comentó que estaba seguro de que las autoridades libias están tomando los pasos correctos en este sentido para que todas las milicias «sean parte de una sola Libia y de un único sistema de defensa».
Por su parte, Al Kib, que aseguró ser consciente de la dificultad de reinsertar a los milicianos en la sociedad, comentó que están terminando de diseñar unos programas dirigidos «a atraer a estos jóvenes» para darles nuevas oportunidades en otros campos distintos a las milicias.
Los levantamiento populares libios acabaron convirtiéndose en una rebelión armada que se prolongó desde el pasado febrero hasta el 20 de octubre, cuando cayó el último bastión fiel al coronel Muamar el Gadafi, que fue capturado ese mismo día y asesinado en circunstancias todavía no aclaradas.
Al Kib, que se mostró confiado en el éxito de estos planes, indicó que pronto se revelará su contenido, aunque no dio más detalles.
Enfrentamientos entre milicias rivales, varias agresiones contra dirigentes libios y la proliferación descontrolada de armamento han puesto de manifiesto la fragilidad de la autoridad política en el país y la necesidad de encontrar una solución a este problema, que obstaculiza la transición.