Si traumático fue para el PSOE cambiar el ‘no es no’ a Rajoy por la abstención «patriótica», no lo va a ser menos articularla en el Congreso en el momento de la votación. Apenas han pasado 24 horas desde que el comité federal votara por mayoría el giro socialista y el sector derrotado ha pasado al contraataque. Es la segunda gran batalla en la guerra civil abierta en el socialismo español.
Los líderes socialistas de ocho federaciones que apoyan el no a Mariano Rajoy han enviado una carta al presidente de la gestora, Javier Fernández, para que la abstención no sea en bloque, sino del mínimo de diputados necesarios, con el fin -dicen- de no agrandar más la división en el PSOE.
Los dirigentes que firman el escrito son Francina Armengol (Baleares); Idoia Mendia (País Vasco); César Luena (La Rioja); Luis Tudanca (Castilla y León); Sara Hernández (Madrid); Rafael González Tovar (Murcia); María Chivite (Navarra) y Manuel Hernández (Ceuta).
En el texto se afirma que la abstención mínima (o técnica) «reforzaría el sentido político» de la acción del PSOE y sería «claramente beneficiosa en el objetivo compartido de empezar a superar la situación de división actual».
«Todos somos conscientes de la dificultad de esta situación y pretendemos ayudar a superarla con el menor coste para el PSOE», subrayan los secretarios generales territoriales, que piden a Fernández una reunión urgente para debatir sobre su reivindicación.
La iniciativa responde a la postura sostenida por la gestora de que la abstención a Rajoy acordada por el comité federal tiene que ser en bloque y todos los diputados están obligados a acatar la disciplina de voto.
Los promotores admiten que los delegados del máximo órgano del partido que se han inclinado por la abstención «lo han hecho convencidos de que hacían lo correcto» y que esta postura «no supone, en ningún caso, un acuerdo de legislatura, ni un acercamiento al PP».
Por ello, subrayan que la abstención «se ha defendido y aprobado como un mal menor para evitar terceras elecciones y para eso no es necesario que todo el grupo socialista se abstenga».
Los firmantes aseguran que son «conscientes de las dificultades» que entraña la situación que atraviesa el partido, pero remarcan su «ánimo de ayudar a superarla».
Los dirigentes territoriales recuerdan que el partido ha sufrido una convulsión en el último mes debido a la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general y a la celebración de numerosas asambleas en las que los militantes han expresado su rechazo a Rajoy.
Aunque admiten que el comité federal aprobó por mayoría la abstención -139 frente a 96-, añaden que «no es menos cierto que un 40 por ciento de sus miembros mantuvieron su voto en contra».
«Estos tres argumentos -subrayan- dan buena muestra de la fuerte tensión a la que se ha visto sometida nuestra organización con este cambio de posición y la división que dicho cambio está generando en el seno del partido».
A la carta no se han sumado otros líderes de federaciones que rechazaron la vía de la abstención en el comité federal y que defienden el no a Rajoy.
Es el caso del líder del PSC, Miquel Iceta, la secretaria general del PSOE de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, y la presidenta de la gestora en Galicia, Pilar Cancela.
La gestora exige que se cumpla el acuerdo
El portavoz de la gestora, Antonio Jiménez, ha defendido que con las normas «hay que ser riguroso y escrupuloso, porque las normas son las garantías». En su opinión, el contenido de la resolución que se aprobó es muy claro y establece que el PSOE se abstendrá en la segunda votación de Rajoy: «No caben interpretaciones de ningún tipo», ha dicho.
¿Cómo ejecuta la abstención sin romperse definitivamente? Es la nueva incógnita que debe resolver el PSOE. Y en esta ocasión tiene menos de una semana por delante.
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