Más que nunca los españoles se han pegado al televisor para escuchar al Rey Don Juan Carlos. Había expectación por saber si el Caso Urdangarin iba a tener cabida en su mensaje. En momentos de crisis como la que vive la sociedad española han causado estupor las revelaciones periodísticas que dejan en muy mal lugar al yerno de su Majestad. Partiendo de la base de que todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia, los españoles esperaban un golpe de mano de Don Juan Carlos. Lo ha dado, sin dar nombres, pero dejando una frase: «la ley es igual para todos, y la ejemplaridad debe ser una meta para los cargos públicos. Afortunadamente, vivimos en un Estado de derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley». Eso sí, también ha señalado que, pese a que el pueblo español tiene toda la razón a la hora de reaccionar ante los que no actúan de forma ejemplar, no es bueno generalizar.
¿Suficientemente rotundo? Podría decirse que no, pero el Rey no puede personalizar, no puede actuar como los demás. Tiene que darse sus tiempos. Y ese la justicia es igual para todos tiene su valor, tiene su carga de profundidad. Tal vez escasa para el hartazgo de la gente ante tanta impunidad, tanto dejar hacer.
Don Juan Carlos también ha reconocido que este año ha sido difícil y complicado para todos, pero ha señalado que hay que afrontar con sinceridad y realismo todos los problemas. ¿Lo ha hecho la Casa Real en el Caso Urdangarin? A medias, viendo cómo se han sucedido los acontecimientos, pero bien está lo que bien acaba. Y esa será la prueba del siete. Rigor ante las malas conductas si se han producido, sean de quien sean y afecten a quien afecten. Aunque duela. Lo veremos, pero parece que a Don Juan Carlos no le va a temblar el pulso para hacer lo que tenga que hacer, respetando como ha dejado claro, la presunción de inocencia. «Todos somos iguales ante la ley».
«A lo largo de estos 36 años de reinado he admirado y querido al pueblo español, ha señalado el Rey como pidiendo que ese afecto y trabajo no se vea ahora invalidado en cuestión de meses». O lo que es lo mismo. ¿Seguís admirándome como yo a vosotros?
El paro y la crisis, centro del mensaje
Pese a los malos momentos y las críticas sufridas, las primeras palabras de Don Juan Carlos fueron dirigidas a hablar de la crisis financiera y lo que ella va a provocar: cambios en la mentalidad española y el reconocimiento de nuestros errores como individuos. «A mí me corresponde animar sumando voluntades, asentando posiciones no distanciándolas, animar a trabajar con altura de miras y convicción. El camino no será corto ni fácil. Vivimos una crisis de naturaleza global», ha señalado el Rey. Toca sufrir, toca pasarlo mal y el Rey lo sabe.
No obstante, y pese a lo que se pueda decir España es Europa y en ella debe seguir en un lugar predominante. «Europa va a encontrar a España en la vanguardia, porque nuestra vocación europeísta está en nuestras raíces». Aventuras, pues, las justas.
Duras han sido las palabras del Rey para definir la situación en nuestro país por la lacra del paro. La tasa de paro es para el Monarca, «moralmente inasumible» así que la máxima prioridad es luchar contra el desempleo, «cuya cifra entre los jóvenes es inaceptable». Y un mensaje al Gobierno de Rajoy: «Todas las medidas tienen que tener como objetivo generar empleo porque sólo así habrá dignidad y estabilidad. También prosperidad»
El Rey no ha mencionado a ETA como tal sino a los proyectos totalitarios «que no tienen cabida en la España democrática. La sociedad vasca y española han defendido las instituciones». «Deben desaparecer y entregar las armas», es lo que ha dicho el Rey sobre los terroristas, para luego dar paso a un emotivo recuerdo a las víctimas del terrorismo, ensalzando su dignidad y sufrimiento. «Apoyo, solidaridad y afecto, su sacrificio no ha sido en vano», ha señalado para luego dar un toque de atención. Exige justicia y reparación para las víctimas de la violencia.
El Rey ha aprovechado el mensaje para alabar la figura de su hijo. Sabe que no lo va a tener fácil, y le arropa, destacando su rigor y su servicio por España. El Príncipe puede ser un gran Jefe de Estado, está preparado para ello, pero ante todo debe ser un ciudadano ejemplar, comentan todos los expertos. Eso hoy es imperioso, no tiene vuelta de hoja. Don Juan Carlos, tras agradecer las muestras de cariño durante este año por parte de los ciudadanos ha intentado levantar el ánimo a la tropa. «No hemos llegado hasta aquí para dejarnos vencer. Hemos demostrado que estando unidos y seguros sabemos dar respuesta a los retos. No tengo duda de que estaremos a la altura de los tiempo y para ello contaréis con el mejor hacer de la Corona.
Y dos frases que demuestran que el Rey necesita una muestra de cariño de todos los españoles. «Todos estáis en mi corazón y pensamiento. Estemos unidos España lo merece y lo necesita». El pueblo español tiene la palabra aunque el Rey ha tendido la mano.