El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, ha anunciado que el PP ha decidido sancionar y amonestar a su diputada por Castellón Andrea Fabra por el exabrupto «que se jodan» que profirió en el Pleno en el que Mariano Rajoy anunciaba su nuevo plan de recortes.
«Le hemos hecho un apercibimiento y le hemos amonestado por escrito«, ha informado Alonso en rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, donde se ha hablado sobre esta polémica generada en torno a la citada expresión. Según ha dicho el dirigente »popular», su grupo no va a permitir conductas de este estilo en el Parlamento porque, a su juicio, «afectan al decoro y la dignidad de la Cámara» y, además, son «muy negativas» para el conjunto de los ciudadanos. «Esas expresiones son impropias, no porque estemos en una crisis económica, sino porque el Congreso tiene que ser otra cosa», ha recalcado.
Por su parte, el sociólogo Amando de Miguel considera que un político, por el hecho de emplear esta expresión, no deja de estar cualificado para representar a sus votantes. «Así es como habla el pueblo español. Estas palabras no se pueden decir constantemente, pero de una manara informal, en el fragor del debate, ¿por qué no? ¿Acaso no hay cosas peores de las que escandalizarse?”, señala De Miguel.
El catedrático emérito en sociología señala que “todo este revuelo se ha montado porque los políticos no tienen nada que hacer y prefieren no enfrentarse a los problemas de verdad. De hecho, son los políticos los que no emplean bien el idioma español. Decir “que se jodan” es gramaticalmente correcto. En cambio, decir “condicionalidades” es peor; no está en el diccionario y ellos, los políticos, lo repiten constantemente. Por una lado destrozan el idioma y por otro, y como si fueran unas monjas jesuitinas, se escandalizan por este exabrupto. Los políticos buscan escandalizarse de cosas nimias y de otras que son más importantes pasan de largo. Si nos escandalizásemos por estas palabras tampoco podríamos leer a Camilo José Cela, que es premio Nobel”.
– Amando de Miguel es sociólogo.