Unos doscientos integrantes del Consejo Nacional Sirio (CNS), el principal órgano de la oposición de ese país, clausuran hoy en Túnez unas reuniones celebradas a puerta cerrada para discutir la crítica situación que vive su país.
Las reuniones, iniciadas ayer en un hotel a las afueras de la capital tunecina, están encabezadas por el presidente del CNS, Burhan Galiun.
El representante del CNS en Túnez, Abdala Turkmani, aseguró que se espera que de la reunión salga un llamamiento internacional para proteger al pueblo sirio, pero precisó que no se solicitará una intervención militar, informa hoy la prensa nacional tunecina.
El presidente transitorio de Túnez, Moncef Marzuki, pidió ayer a los participantes que la «revolución» no perdiera su camino pacífico porque «su compromiso con la no violencia es su punto fuerte».
Marzuki también advirtió sobre la importancia de no caer en el sectarismo porque esto podría conducir al país «a una guerra civil», en referencia a los distintos y numerosos credos religiosos existentes en Siria y a la diversidad étnica.
El presidente sirio, Bachar al Asad, pertenece a la minoría alauí -una variación del islam chií- en un país donde el islam suní es el credo religioso más numeroso, y donde el cristianismo también cuenta con una importante comunidad.
Además, Marzuki insistió en que «no se puede permanecer en silencio ante la represión sistemática cometida por los aparatos de seguridad y las fuerzas del Ejército sirio» y pidió el «fin de la violencia contra el pueblo que exige el establecimiento de un régimen democrático emanado de su voluntad».
Desde el inicio de las protestas contra el régimen sirio a mediados de marzo, más de 5.000 personas han muerto a manos de las fuerzas sirias, entre ellos más de 300 menores, según los últimos datos de la ONU.
El pasado día 13, la portavoz del CNS, Basama Qadmani, aseguró que la alianza opositora que representaba había pedido a la ONU estudiar posibles mecanismos para proteger a los civiles sirios de la represión que lleva a cabo el régimen de Bachar al Asad.