Los músicos surcoreanos que ofrecieron dos conciertos en Corea del Norte, el último de ellos este martes, se sienten «conmovidos» por la experiencia y destacaron a su regreso que las dos Coreas se pueden «comunicar emocionalmente a través de la música».
«Todo el mundo ha quedado muy conmovido. Hasta el punto de que nos parece irreal. Incluso ahora que acabo de aterrizar aún me sigo planteado lo que hemos hecho», dijo hoy el compositor Yoon Sang a los medios congregados en el aeropuerto de Incheon, al oeste de Seúl, para la llegada de los músicos.
Yoon encabezó la delegación de artistas, entre los que se cuentan cantautores o grupos de K-pop, que el domingo ofreció un concierto en Pyongyang al que asistió el líder de ese país, Kim Jong-un, y que en la víspera concluyó su visita al Norte con otro recital en la capital norcoreana en el que artistas de los dos países cantaron juntos.
«Como ya dice el título del concierto («Somos uno»), nos podemos comunicar emocionalmente con la música. Aunque géneros y estilos sean diferentes en Sur y Norte, compartimos lengua e identidad», dijo en el ensayo del concierto del martes el cantautor Cho Yong-pil a los periodistas que acompañaron a los artistas a Pyongyang.
Las escasas imágenes que han podido mostrar hoy medios surcoreanos de la cita del martes (que no se emitirá al completo hasta mañana) muestran a los artistas de las dos Coreas disfrutando sobre el escenario y a un público entusiasta.
En el escaso metraje se ve a integrantes de la conocida orquesta norcoreana Samjiyon con artistas surcoreanas como Lee Sun-hee o Baek Ji-young mientras todas cantan con las manos entrelazadas temas como la célebre canción norteña «Dasi mannabsida» («Nos vemos»), que trata sobre la reunificiación de los países.
En el patio de butacas, se ve al ministro de Cultura surcoreano, Do Jong-whan, tararear la letra agarrado también de las manos de Hyon Song-wol, líder de Samjiyon y supuesta exnovia de Kim Jong-un, y Kim Yong-chol, polémica y poderosa figura del régimen al que se acusa de orquestar el hundimiento de un barco surcoreano en 2010.
Estos conciertos se enmarcan en el actual acercamiento entre las dos Coreas, técnicamente aún en guerra, que ha permitido la convocatoria de dos históricas cumbres para tratar la posible desnuclearización del régimen.
La primera de ellas involucra el 27 de abril a Kim Jong-un y al presidente surcoreano, Moon Jae-in, y la segunda a Kim y al presidente de EEUU, Donald Trump, en la que supondrá el primer encuentro en la historia entre mandatarios de Corea del Norte y EEUU.