Al menos cincuenta personas murieron el lunes, en la ciudad central de Homs, uno de los bastiones de la oposición al régimen de Siria, por la represión de los leales al presidente Bachar al Assad, según denunció este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo opositor explicó que un activista les relató cómo vio los cadáveres de 34 personas «secuestradas» ayer por matones del régimen en una plaza del barrio de Al Zahra en Homs.
Algunos activistas y residentes de varios barrios de la ciudad aseguraron que un grupo de residentes fue secuestrado por las milicias alauíes llamadas “shabiha», según la cadena catarí Al Jazeera. Estas fuentes apuntaron que más de 60 cuerpos llegaron hasta los hospitales del centro de Homs tras una serie de secuestros que comenzaron el domingo.
El Observatorio señaló además que varios distritos de la ciudad fueron objeto de bombardeos intensos el lunes, como el barrio de Al Jalidiya, donde dos personas perecieron y nueve resultaron heridas, entre ellas un menor que perdió la mano, o el de Al Nasihin donde otro civil falleció.
Además, cuatro personas, entre ellas tres miembros de la misma familia, perdieron la vida por disparos en un puesto de control en la zona de Dir Balaba, mientras que un joven murió por las balas de francotiradores en el barrio de Al Bayada y otro en el distrito de Yurat al Shaiá durante un funeral.
En el barrio de Karam al Zeitun, las fuerzas de seguridad irrumpieron en varias viviendas y mataron a dos personas, dijo el Observatorio, que agregó que otro civil falleció en el área de Al Gota en Homs por un ataque de seis vehículos blindados.
A esas víctimas se suman un joven muerto por disparos de los efectivos de seguridad en la carretera que une esa ciudad con Tartús, junto a la costa mediterránea; dos fallecidos en los alrededores de Homs y otro en Telbise, en la misma provincia.
Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.
La Liga Árabe decidió este lunes mantener las sanciones económicas impuestas a Siria y rechazó dar nuevas oportunidades a Damasco para que acepte el plan árabe y una misión de observadores para poner así fin a la crisis.
De esta forma, la organización panárabe respondía a las nuevas condiciones planteadas por el régimen sirio para aceptar el envío de observadores a su territorio.
La cifra de víctimas de la represión de las manifestaciones antigubernamentales en Siria desde el pasado mes de marzo supera las 4.000, señaló el jueves pasado la alta comisionada de la ONU de Derechos Humanos, Navi Pillay, quien agregó que la situación en el país se dirige hacia una guerra civil.