Los considerados por la oposición venezolana como presos políticos han adquirido protagonismo al cumplirse hoy una semana del proceso de diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y sus adversarios, en especial después de que el oficialismo se negara a una ley de amnistía para favorecerlos.
La liberación de los llamados «presos políticos» entre los que se cuentan estudiantes, el dirigente Leopoldo López, los alcaldes de San Cristóbal (oeste) Daniel Ceballos y de San Diego (centro) Vicenzo Scarano, así como el comisario Iván Simonovis, se convirtió en uno de los principales temas sobre el tapete para la oposición.
Tanto López como los alcaldes pertenecen al partido Voluntad Popular y fueron apresados por causas relativas a las protestas que se desarrollan en Venezuela desde el 12 de febrero.
El líder opositor Henrique Capriles que asistió a la primera reunión para el diálogo el jueves pasado, dijo hoy que confía en el «éxito» de estas conversaciones, pero que el 100 % de ese resultado positivo depende del Gobierno.
Además, Capriles, actual gobernador del céntrico estado Miranda, aseguró que seguirá haciendo «lo necesario» para que puedan salir en libertad «quienes están detrás de las rejas por razones políticas».
«Si el Gobierno dice no a la ley de amnistía, iremos paso a paso para lograr la liberación de los detenidos», reiteró el líder al referirse a la negativa del oficialismo de acceder a una amnistía para estos presos en la segunda reunión para el diálogo que se realizó el martes pasado.
Las declaraciones de Capriles se realizan en una jornada en la que la esposa de Iván Simonovis, Bony Pertiñez agradeció las gestiones de la oposición en el marco del diálogo para liberar al comisario, preso desde 2009, acusado por dos de las muertes ocurridas durante el fallido golpe de Estado en 2002.
«Uno de los aspectos que yo agradezco profundamente en los representantes que han acudido para este diálogo que se está iniciando, cuyas condiciones están siendo estudiadas, es la posibilidad (…) de que le otorguen esa medida humanitaria a Iván», dijo Pertiñez a la cadena internacional CNN.
Pertiñez reiteró que su esposo está muy mal de salud, que sufre de una avanzada osteoporosis y que las condiciones de la prisión la agravan, por lo que confía en que se dé una medida humanitaria.
El martes, en la segunda reunión para el diálogo, aunque se negó la ley de amnistía para los presos políticos, se abrió una puerta a Simonovis, pues se aceptó que su caso sea analizado en profundidad por médicos.
En febrero del año pasado ya le fue negada una medida humanitaria a Simonovis, condenado en 2009 a 30 años de prisión por los sucesos del golpe, que en 2002, derrocó brevemente al entonces presidente, Hugo Chávez (1999-2013).
Por su parte, la esposa de López, Lilian Tintori, dijo hoy en su cuenta de Twitter: «Día 58 LEOPOLDO preso injustamente! Cada día está más cerca la Libertad de El y de todos en Venezuela. Fuerza!».
Tintori también aseguró en otro escrito: «Hoy seguimos luchando por la LIBERTAD de @Simonovis @ENZOSCARANO @Daniel_Ceballos @leopoldolopez».
López fue encarcelado el pasado 18 de febrero, y acusado formalmente, a principios de este mes por los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio, los últimos dos como autor intelectual, todos asociados a las protestas.
El alcalde Daniel Ceballos fue condenado a 12 meses de prisión y al cese de sus funciones como alcalde, por no acatar una sentencia que le obligaba a impedir la colocación de las barricadas que grupos que protestan contra las políticas gubernamentales colocaron en el municipio.
Scarano, por su parte, fue sentenciado a 10 meses y 15 días de prisión por los mismos motivos.
El movimiento estudiantil, que protesta contra la gestión de Maduro, dijo ayer que no irá al diálogo con el Gobierno hasta tanto no sean liberados los estudiantes detenidos desde el 12 de febrero pasado, y señaló que la ley de amnistía,»es un deber que tiene el Gobierno nacional de cumplir como Estado democrático».
Los estudiantes asistieron hoy a unas actividades religiosas en las que también protestaron tras asegurar que no dejarán de hacerlo, pese al asueto de Semana Santa, mientras otros manifestantes cerraron varias calles del este de Caracas.
La ola de protestas en Venezuela, que se desarrolla desde hace más de dos meses, y que en ocasiones ha degenerado en hecho de violencia, ha dejado hasta hoy 41 muertos y más de 650 heridos.