Un juez de instrucción de Bruselas ha admitido, pero declarado «infundada», la demanda de paternidad de Delphine Boël a Alberto II, padre del actual rey Felipe de los belgas, lo que impide que el monarca emérito se someta a un test de ADN como solicitaba su presunta hija ilegítima.
Según recogen hoy varios medios locales, el tribunal consideró que el vínculo de filiación «no se limita solo a criterios biológicos», sino que responde también a otros como la «posesión de estado» (el hecho de haberse comportado como padre e hija) o la «integración en la estructura familiar».
Tras realizar una primera prueba de ADN a su padre legal, Jacques Boël, que resultó negativa, Delphine pidió un nuevo test de Boël y, además, de su madre, la baronesa Sybille de Sélys Longchamps, y de Alberto II, con el que supuestamente esta última mantuvo una relación durante varios años.
Sin embargo, el juez ha considerado que hay «pruebas» de filiación» entre Delphine y Jaques Boël, «porque la realidad afectiva» refuerza «una realidad biológica», alegando que «en derecho civil, la filiación no consiste solo en un hecho biológico suficiente como tal», según apunta el diario «Le Soir».
El juez admitió por lo tanto la demanda pero no la investigación de paternidad que solicitaba la demandante.
La cadena de televisión RTL recoge que el abogado de Delphine Boël, Marc Uyttendaele, anunció que su clienta recurrirá la decisión del tribunal de primera instancia de Bruselas, que impide a la misma iniciar el proceso que solicita, de acción de reconocimiento por parte de Alberto II.
El palacio real no ha reaccionado a la noticia.
Tanto Jacques como Delphine Boël han negado su relación biológica, mientras que Alberto II nunca ha reconocido la paternidad de Boël, nacida en 1968 y supuestamente fruto de una relación del rey con la noble, cuya existencia salió a la luz en 1999 como consecuencia de la publicación de una biografía no autorizada de la reina Paola.
Cuando la baronesa rompió el silencio, detalló la relación que mantuvo durante años con el rey, asegurando que Alberto y la reina Paola estuvieron en dos ocasiones al borde del divorcio, en 1969 y 1976, y además difundió fotografías de la joven Delphine junto al entonces monarca.