El Consejo Político de UPyD ha valorado este sábado la opción de que Rosa Díez deje el cargo después de casi ocho años desde su creación. Hace unos meses anunciaba que quería ser la candidata del partido a la presidencia del Gobierno, lo que significaría que se presentaría por tercera vez. El partido se creó en 2007 y en 2008 ya logró su primera recompensa, un diputado por Madrid en el Congreso de los Diputados. En las elecciones municipales y autonómicas logró representación en muchos parlamentos autonómicos y en las generales de ese mismo año se consolidaba con grupo propio en el Congreso con sus cinco diputados, cuatro de ellos por Madrid. Todo un éxito. El otro diputado fue Toni Cantó que entró en el Congreso por Valencia.
En los años 2012 y 2013, antes de la irrupción de Podemos y del desembarco a nivel nacional de Ciudadanos, los sondeos otorgaban a UPyD hasta un 17% y Rosa Díez era la líder mejor valorada. Parecía claro que se abría una tercera vía. Sin embargo, todas esas expectativas se han dado al traste, por la aparición de Ciudadanos y Podemos, dos partidos nuevos con líderes nuevos, y que se desentienden de la vieja política, algo que los ciudadanos parece que no ven en Unión Progreso y Democracia.
Han sido muchos los problemas que ha tenido la formación en los últimos meses, desde que su eurodiputado Francisco Sosa Wagner escribiera aquel artículo en El Mundo pidiendo acuerdos con Ciudadanos. Pero las denuncias contra Rosa Díez vienen de mucho antes, casi desde su nacimiento. Han sido muchos de sus caras conocidas, de aquellos que ayudaron a fundar el partido, que han ido dejando la formación, como Mikel Buesa o Albert Boadella, este último pasándose a Ciudadanos.
Sin embargo no se ha pedido la cabeza de Rosa Díez hasta el ridículo cosechado en las elecciones andaluzas. Tal ha sido la debacle que or primera vez desde la fundación del partido el núcleo duro del partido magenta se ha atrevido a criticar a Rosa Díez. No sabemos si hasta ahora lo habían hecho en privado, pero sí que es la primera vez que lo hacen en público. Anoche debajan la dirección de la formación cuatro políticos por la postura inquebrantable de Rosa y sus más allegados de no pactar con Ciudadanos. Son Irene Lozano, Rodrigo Tena, David Andina y Álvaro Anchuelo. Hasta ahora ha habido otras crisis en el partido, y muy graves. Primero fueron las bajas de afiliados que denunciaba la mano de hierro de la dirección y la falta de debate interno. Después llegó la crisis abierta por la dimisión de Sosa Wagner tras pedir públicamente un pacto con Ciudadanos, y por último la reunión fallida en la que se rechazó el pacto con el partido de Albert Rivera.
Entre esos cuatro, hay dos caras muy conocidas, Irene Lozano, de la que ya se habla como sucesora de Rosa Díez, y Álvaro Anchuelo, su portavoz económico en el Congreso. Teniendo en cuenta que horas antes, Toni Cantó, había mostrado su decepción con la lideresa, ahora mismo Díez se encuentra en minoría en el Congreso, aunque no en la dirección del partido. En cualquier caso tres de los cinco diputados, Cantó, Lozano y Anchuelo, están en contra de su actual gestión. Sólo le queda Carlos Martínez Gorriarán, que no cede en su apoyo leal a Díez. Dos contra tres.
Gorriarán ha sido uno de los firmes detractores de pactar con el partido de Albert Rivera y ayer se lanzaba en tromba contra los críticos.
Bajas acusando de autoritarismo y control férreo del partido
«Oligarquía de hierro», «prácticas antidemocráticas», «personalismos», «autoritarismo», «posiciones muy firmes», son algunos de los adjetivos que algunos de los antiguos afiliados, una vez que se han dado de baja o han sido expulsados, habían dedicado hasta ahora a la forma de funcionar de Unión Progreso y Democracia.
Si repasamos un poco la historia podemos observar que las críticas de autoritarismo en el seno del partido han sido constantes desde su creación en 2007. De los primeros en irse fue Mikel Buesa, La «razón fundamental» del que fuera número dos por UPyD en las listas al Congreso por Madrid, para adoptar esta decisión es el «conflicto» que se vive desde hace «bastante tiempo» en el interior del partido a causa del «control férreo y autoritario» que un «grupo de personas» pretende imponer en el seno de la formación «anulando el debate político interno y la capacidad de los militantes de ser partícipes» en la política de UPyD. Albert Boadella que también estuvo en la formación del partido magenta se fue separando poco a poco del partido y pasó a apoyar a Ciudadanos, aunque bien es verdad que sigue defendiendo la unión de ambos partidos.
El goteo de bajas en UPyD ha sido constante en los últimos años. Según Gonzalo Sichar Moreno, exdirigente de UPyD y que llegó a sentarse en la ejecutiva del partido todo aquel que discrepa de la línea oficial «pasa al ostracismo». Este digirente calcula en 16.000 los afiliadosque se han dado de baja desde 2007.
Otro exdirigente, Pedro Larrauri, da un dato en su blog muy interesante: el 80% de los fundadores de UPyD o han dejado el partido o ya no participan activamente en la formación. Es decir de los 127 del Consejo Político fundacional se han ido 103. Es decir sólo quedan 24. Larrauri, que fue coordinador de UPyD en Vigo y candidato a la alcaldía, denuncia que todo aquel que tiene una posición diferente acaba siendo expulsado
El artículo de Wagner en El Mundo
El cabeza de lista de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en el Parlamento Europeo, Francisco Sosa Wagner, creía en Agosto que su partido y Ciudadanos debían «unir esfuerzos y lograr un acuerdo»para acudir a las elecciones municipales, autonómicas y generales que se celebrarán en 2015
Así lo señalaba el todavía eurodiputado magenta en un artículo publicado en el diario El Mundo, después del «pequeño varapalo» que a su juicio ha supuesto para UPyD las elecciones europeas del pasado mes de mayo, a pesar de que pasó de tener un eurodiputado en Estrasburgo a cuatro. «Las elecciones europeas han significado un revulsivo inesperado de nuestro panorama político», ha aseverado.
Para Sosa Wagner, Ciudadanos, partido que lidera Albert Rivera, es un «competidor en su mismo espacio y ocupado por votantes muy próximos»: «Es verdad que se trata de dos partidos distintos, pero existen los suficientes puntos de encuentro entre ellos para pensar en la redacción, por expertos capitaneados por Rosa Díez y Albert Rivera, de un compromiso electoral común basado en 10 o 12 acuerdos primordiales», ha subrayado.
Todos sabemos como acabó la cosa, con Sosa Wagner presentando su dimisión.
Reunión fallida con Ciudadanos
UPyD y Ciudaanos no llegaron finalmente a ningún acuerdo electoral y cada uno concurrirá a las elecciones de este 2015 por su cuenta, ha confirmaba el líder del partido catalán, Albert Rivera, en una rueda de prensa en la que ha lamentado la falta de voluntad de Rosa Díez para alcanzar un pacto.
Después de cuatro reuniones y dos meses de negociacionesconcluye hoy un proceso que promovió el partido de Albert Rivera al considerar que juntos tenían más posibilidades de hacer frente al bipartidismo.
Sin embargo, UPyD considera que C»s no cumple los criterios de organización y «calidad democrática» que exige para alcanzar cualquier tipo de alianza, aunque sí está dispuesta a buscar ámbitos de colaboración puntuales, como por ejemplo defender el Estado de derecho en Cataluña.