«Ya se vio que, durante la campaña electoral, la estrategia de Rajoy y el PP fue recordar el pasado de Rubalcaba en el Gobierno de Zapatero, y parece que esta va a seguir siendo la estrategia del Partido Popular a partir de ahora.
Rubalcaba es pragmático, posibilista e inteligente -un Maquiavelo o un Fouché de la política, como tantas veces se ha dicho- pero es verdad que está muy debilitado.
En el 38º Congreso del PSOE ha salido elegido él, pero solo porque era la menos mala de las dos opciones. Chacón es la hija politica de Zapatero y Montilla, es decir; de los responsables de la ruina de España. Y Rubalcaba, como partícipe del anterior Gobierno, no deja de ser también co-autor de la crisis.
Para el PSOE habría sido mejor que se hubiese presentado una tercera vía como Juan Moscoso o Eduardo Medina, pero no ha sido así. El que ha salido elegido es Rubalcaba, que es la vieja guardia de la vieja guardia.
El caso es que ahora el Partido Socialista se encuentra dividido, y esta no es la mejor situación para hacer oposición. Además, tienen por delante los congresos regionales. Habrá que ver cómo resuelven sus tensiones internas; mediante el ajusticiamiento de los vencidos o a través del consenso. Y todavía quedan las elecciones andaluzas. Es una lástima tener un PSOE tan debilitado.
Por tanto, la estrategia de Rubalcaba será la que ya estamos viendo: el populismo. En un momento difícil para el país, con recorte de gastos y subida de impuestos, Rubalcaba pretende aglutinar el descontento ante estas medidas con un discurso populista. Otro ejemplo de este populismo lo hemos visto con su idea de revisar el Concordato con la Santa Sede.
Su argumento va ser que el recorte de gasto será perjudicial para el país porque va a retraer el consumo. Serán argumentos-eslóganes, más izquierdistas y radicales«.
– Nacho Cardero es el director de El Confidencial.