«En primer lugar me gustaría señalar que no es un ejercicio democrático volcar contenedores, insultar a la Policía y cortar calles. No es democrático ni legal.
En segundo lugar, y una vez que estos hechos ya se han producido, no podemos «matar moscas a cañonazos». Debemos actuar de acuerdo a un principio de proporcionalidad, no crear un problema mayor que el que pretendemos solucionar. En este caso, creo que tendríamos que haber actuado de una manera más proporcional a lo que estaba sucediendo.
En tercer y último lugar, quiero señalar que la responsabilidad de estos sucesos no es policial, sino política. Quien ordenó llevar a cabo la acción policial que se llevó a cabo fue la delegada del Gobierno en Valencia. Sus órdenes fueron echar a la gente de allí por la fuerza.
Por tanto, la fuerza desproporcionada que empleó la Policía no fue decisión de la Policía, sino de la delegada. Nosotros, la Policía, podemos, sabemos y queremos hacer las cosas mejor y con más eficacia. El problema es cuando se meten los políticos por el medio y se reciben las instrucciones que se recibieron.
Y el jefe superior de Policía de Valencia, hablando del «enemigo» y de «tácticas», no ha hecho más que echar leña a un fuego que ya estaba prendido«.
– José María Benito Celador, secretario nacional de prensa y portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).