La emoción del reencuentro con los familiares y el recuerdo de los dos soldados extremeños fallecidos en El Líbano han protagonizado hoy el regreso de los primeros militares que han vuelto a casa tras seis meses de misión en ese país.
Un total de 114 soldados, de los 450 de la Brigada «Extremadura XI» desplazados a Líbano, han aterrizado hoy en el Aeropuerto de Badajoz a las 09.50 horas y se han dirigido después a la Base «General Menacho» para abrazar a sus familias.
Allí, los militares han sido recibidos con vítores por los suyos, aunque algunos no han podido esperar y se han desplazado hasta el aeropuerto pese a conocer que no podían entrar en las instalaciones.
Antes del emotivo reencuentro en la Base «General Menacho», el coronel jefe accidental de la brigada y jefe del Regimiento Saboya, César Sáenz de Santamaría, ha transmitido a los militares su felicitación por haber cumplido con la misión encomendada.
Además, les ha dicho que ahora les toca dedicarse de lleno a sus familias, ya que «si nosotros lo pasamos mal, ellos muchísimo peor. Es el momento de dedicar a la familia el entusiasmo demostrado en la misión», ha indicado.
Tras el discurso, llegaban los abrazos y besos con los familiares, que se entremezclaban con el cansancio tras un «pesado» viaje, como afirmaba el militar Francisco Javier Tejera, quien ha expresado «lo difícil que se lleva no tener a la familia cerca».
De todas formas, este soldado ha indicado que podía contactar con sus seres más queridos frecuentemente gracias a las nuevas tecnologías.
Por su parte, la capitana Consuelo García, destinada en el Cuartel General de la Brigada en El Líbano, ha explicado que los seis meses de misión «se han hecho largos», pero está muy satisfecha por el «deber cumplido».
Ha mostrado que la pérdida de los compañeros fallecidos -en febrero pasado morían un soldado extremeño y uno salvadoreño en un accidente de tráfico, y en marzo otro extremeño tras una caída fortuita- se ha llevado con mucho pesar, pero ha valorado la «cohesión» del grupo.
Por su parte, César Sáenz de Santamaría, que ha hablado con los medios tras su discurso, ha mostrado la «alegría» que produce llegar con «el deber cumplido» tras la misión encomendada en El Líbano.
Ha reconocido las dificultades de afrontar la misión después de circunstancias tan adversas, que desembocaron en los citados fallecimientos, pero ha recordado que forma dentro de los «riesgos» que los militares toman al participar en este tipo de operaciones.
«Nunca hay misión fácil pues el riesgo existe; siempre llevamos a cabo las misiones con el mismo compromiso y entusiasmo», ha explicado.
Ha comentado que en esta misión no ha habido grandes diferencias en relación a otras operaciones anteriores efectuadas por soldados extremeños en El Líbano, aunque siempre hay «vicisitudes» propias de cada momento.
El resto de militares extremeños desplazados a El Líbano regresarán el próximo lunes y viernes.