La Unión Europea (UE) y Turquía manifestaron hoy su intención de seguir manteniendo contactos y cooperar en ámbitos como la inmigración, la lucha antiterrorista y la situación en Oriente Próximo, aunque también expresaron sus diferencias en materia de derechos humanos.
Tras un encuentro diplomático bilateral, la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, instó a Ankara a respetar los principios del Estado de Derecho «como país candidato» a la adhesión, ante la deriva autoritaria del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
«El Estado de Derecho, el derecho a un juicio justo, el debido proceso, la libertad de expresión y reunión y las buenas relaciones de vecindad son principios clave con los que Turquía se ha comprometido no solo como país candidato (a la adhesión a la UE), sino también como miembro del Consejo de Europa», aseguró Mogherini.
En ese sentido, la jefa de la diplomacia comunitaria advirtió contra la «preocupante tendencia de encarcelamientos de un gran número de miembros de la oposición democrática, periodistas y defensores de los derechos humanos» en la rueda de prensa posterior a la sesión de diálogo político con Turquía celebrada en Bruselas.
Hoy mismo, alrededor de 150 activistas de Amnistía Internacional (AI) protestaron ante la puerta del Consejo de la Unión Europea para pedir a los líderes comunitarios que actúen frente al arresto de diez activistas a favor de los derechos humanos en Turquía, incluidos el presidente y la directora de la organización en ese país, Taner Kilic e Idil Eser.
Concluido el encuentro bilateral, en el que también participaron el comisario europeo de Política de Vecindad, Johannes Hahn; el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu y el titular para la UE de ese mismo país, Ömer Celik, Mogherini reconoció que persisten «puntos de desacuerdo» entre ambas partes, pero también «muchos campos de trabajo comunes».
Cavusoglu, por su parte, reconoció que Amnistía Internacional es una organización «global creíble», pero precisó que Taner Kilic tenía instalada en su teléfono móvil una aplicación empleada por «los miembros de la organización terrorista de Fethullah Gülen (FETÖ)», a la que Ankara acusa de estar tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio de 2016.
«Detener a ese individuo no significa necesariamente que estés en contra de Amnistía Internacional como institución», aseguró Cavusoglu, quien también afirmó que los grupos políticos opositores no son terroristas, pero agregó que «algunos» de sus componentes realizan actividades terroristas.
En términos similares, dijo que hay «pseudoperiodistas que ayudan a las actividades terroristas».
El ministro turco también se refirió a los recientes desencuentros con Alemania por la detención por las autoridades turcas de un activista proderechos humanos y admitió que «de vez en cuando se pueden experimentar problemas con ciertos miembros de la UE», pero subrayó que eso no significa estar «en contra de Europa».
De hecho, el ministro para la Unión Europea, Ömer Celik, llamó a continuar con las negociaciones de adhesión al club comunitario.
«En el pasado, se alzaron ciertas voces para decir que las negociaciones con Turquía deben terminar. Eso no es realista. Sería una pérdida para Turquía y también para la Unión Europea. Si hay áreas problemáticas, debemos hablar más, negociar más», declaró.
No obstante, Mogherini reconoció que en la actualidad se percibe a Ankara como un socio estratégico más que como un candidato a entrar en el club comunitario, si bien subrayó que sigue siendo ambas cosas a la vez.
«Claramente, Turquía es y permanece como un país candidato», comentó asimismo Mogherini, si bien resaltó que es «difícil imaginar en este momento» la apertura de nuevos capítulos en el proceso de adhesión.
Las dos partes también abordaron el acuerdo migratorio alcanzado en marzo de 2016 y, de hecho, Cavusoglu afirmó que ese pacto ha permitido reducir en un 99% el número de inmigrantes irregulares que llegan a las islas griegas.
«Estamos cumpliendo con nuestros compromisos, y la UE ha cumplido algunos de sus compromisos, pero hay ciertas deficiencias», declaró al respecto el ministro de Exteriores.
En cualquier caso, tanto Turquía como la Unión Europea insistieron en su intención de mantener el diálogo y los contactos conjuntos, además de manifestar un mayor consenso en las cuestiones relacionadas con la energía, la lucha antiterrorista y la política internacional, sobre todo, en Oriente Próximo.