Las fuerzas gubernamentales sirias rompieron anoche el cerco en torno a decenas de soldados asediados por la alianza de la exfilial de Al Qaeda y otras facciones en un edificio de la población de Harasta, al norte de Damasco, informa el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Ahora, las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, intentan ampliar el pasillo abierto en las últimas horas hasta el inmueble de la Administración de Vehículos de Harasta para crear una zona de seguridad alrededor de este lugar.
La ofensiva está liderada por la División IV de las Fuerzas Armadas, un cuerpo de élite del Ejército sirio.
La agencia de noticias oficial SANA anunció anoche que los efectivos gubernamentales rompieron en las últimas horas el cerco «impuesto por terroristas y grupos takfiri (musulmanes radicales)» al edificio de la Administración de Vehículos, tras una batalla que causó decenas de bajas en las filas de sus oponentes.
SANA agregó que, poco después de este logro, las autoridades iniciaron una nueva ofensiva para ampliar el perímetro de seguridad en torno a esa área.
El edificio de la Administración de Vehículos llevaba sitiado por el Organismo de Liberación del Levante -la alianza de la antigua rama de Al Qaeda- y los grupos islamistas la Legión de la Misericordia y el Movimiento Islámico de los Libres de Sham desde el pasado 31 de diciembre.
Ese día, los islamistas lanzaron un ataque en Harasta y Arbín, en la región de Guta Oriental, el principal bastión de las afueras de Damasco, contra posiciones de las fuerzas gubernamentales.
Según el Observatorio, las hostilidades han ocasionado 72 muertos de las tropas fieles al Gobierno de Damasco y 87, en las filas de los islamistas desde finales de diciembre.