El semanario británico The Economist asegura hoy que como reflejan los sondeos, “la desilusión ha dado lugar a la aparición de dos partidos alternativos en España” y que “el sistema bipartidista que garantiza gobiernos estables está en riesgo”.
Las causas son múltiples, según The Economist, pero principalmente, “dos recesiones de cinco años y un 27% de desempleo que han sacudido el
status quo”, además de “la corrupción, el amiguismo, la falta de transparencia”.
Así, el apoyo al PP habría pasado del 45% al 24%. Mientras, según el artículo, que “los socialistas han fracasado estrepitosamente a la hora de capitalizar el creciente descontento” y han pasado de tener un apoyo del 28% en 2011 hasta el 21%.
Por ello el semanario británico asegura que “las elecciones no tendrán lugar hasta finales de 2015, pero España camina hacia tener el gobierno más débil desde el restablecimiento de la democracia en 1977”.
Por ello, señala que las otras opciones que tendrían los españoles son UPyD e IU. “El centrista Unión para el Progreso y Democracia (UPyD), fundado por Rosa Díez, ex socialista, se está asentando como la tercera fuerza, haciendo de ella una potencial hacedor de reyes en las próximas elecciones generales”.
The Economist realiza un breve dibujo de las bases sobre las que se asienta UPyD: “Díez culpa a los dos grandes partidos por arruinar la economía al inflar la burbuja inmobiliaria (…), busca una reforma radical con una re-centralización interna en Salud y Educación (…), poniendo todas las regiones en pie de igualdad”. Y concluye que “UPyD, con sólo cinco diputados, ya ha llevado el debate político hacia temas antes tabú, como la reforma constitucional o revertir la descentralización”.
De IU, The Economist apunta que “es una coalición dirigida por los comunistas, que ha demostrado una sorprendente flexibilidad en los gobiernos regionales”.
Ambos partidos serían “los que decidirán las futuas elecciones generales” y “los socialistas tienen la ventaja. Pueden aliarse con IU, UPyD y los nacionalistas catalanes o vascos”, por ello, concluye, “dado el número de ingredientes que puede necesitar, el próximo gobierno de España será una coalición de paella”.