Nadie puede decir que Susana Díaz Camacho, (Sevilla, 1974) haya llegado en silencio a la presidencia de la Junta de Andalucía. La primera mujer que asume la Presidencia de la Junta de Andalucía en los 35 años de su existencia, ha sido carne de titulares desde su discurso de investidura.
Sus frases contra la corrupción (de los suyos y los de enfrente), sus puyas contra Zapatero y su gestión política en Cataluña, y sus aceradas críticas al uso de juego sucio en la oposición nacional, han sido su tarjeta de presentación en sus pocas semanas al frente de la Junta.
Algunas de ellas la posicionan como posible candidata contra Rubalcaba en las próximas primarias del PSOE. Tiene juventud, sabe moverse en los pasillos de la política, y no se calla.
Contra la corrupción
– 4 de septiembre: «Me avergüenza la corrupción, rechazo tanto la complicidad como la tibieza hacia ella», dijo Susana Díaz en su discurso de investidura, abogando por abogado por una mayor «vigilancia» y por «mejores prácticas» para combatirla «sin descanso».
En la misma intervención hizo algunas declaraciones en la misma línea, abogando por la regeneración de la imagen política, después de que el mandato de su antecesor y mentor José Antonio Griñan estuviera marcado por el caso de los ERE fraudulentos.
«Impulsaré una modificación legislativa para que se prohíban las donaciones privadas a los partidos». «Promoveré un compromiso personal de los políticos para que sus cónyuges también hagan declaración de renta, bienes e intereses, tengan o no tengan convenio matrimonial de separación de bienes».
Los pies en el suelo
– 4 de septiembre: En su discurso de investidura hizo una reflexión muy especial, que puede servir para hacerse idea de su filosofía de gobierno: «No sueño con una Andalucía perfecta. No puedo vivir en la irrealidad y la fantasía. Pero sueño con una Andalucía que cada día pueda ser un poco mejor y más justa, más solidaria, más fuerte y más rica, que tenga a gala defender valores, el amor a la inteligencia, al esfuerzo y al trabajo».
Gobernar sin sombras
– 10 de septiembre: La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, animó a los 11 consejeros del nuevo Gobierno andaluz a configurar un gabinete «fuerte y sensible» con las necesidades de la «gente sencilla» y que sea «transparente y en el que no existan sombras» con el objetivo de «mejorar la imagen y la confianza de los ciudadanos en la política».
El error de Zapatero
– 3 de octubre: En un desayuno informativo al que asistieron el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, la presidenta de Andalucía no se cortó y criticó al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero: «Les voy a ser sincera, creo que no se acertó cuando se proclamó que se aceptaría cualquier Estatuto que viniera de Cataluña».
Contra el centralismo
– 3 de octubre: Ejn un encuentro organizado por Nueva Economía Fórum criticó a los que piensan que de la crisis se saldrá recurriendo al centralismo; para la primera mujer en gobernar Andalucía «es otra ensoñación del mismo calibre que los que defienden el independentismo».
Por la unidad de España
– 9 de octubre: Susana Díaz comentó la situación de Cataluña tras un encuentro en Ferraz con Rubalcaba, asegurando estar en contra de la consulta independetista y defendiendo la unidad del país: «Creo en España, un país que tiene futuro», recalcó, añadiendo que está convencida de que «algunos han utilizado el sufrimiento de los ciudadanos» para suscitar el debate independentista.
Oposición honesta
– 9 de octubre: Ante la atenta mirada de Rubalcaba, en la rueda de prensa en Ferraz, Susana Díaz dejó caer de pasada que considerá caduca la estrategia de hacer oposición centrados en la corrupción, como está haciendo el PSOE con el Caso Bárcenas. La heredera de José Antonio Griñan declaro no ser partidaria de «usar la corrupción para aniquilar al contrario» sino por luchar contra ésta «se llame de una manera o de otra».
Conferencia política
Capítulo aparte merece su intervención en la Conferencia Política del PSOE celebrada del 8 al 10 de noviembre. Con el discurso probablemente más autocrítico hecho por un dirigente del PSOE en mucho tiempo, la presidenta de Andalucía puso en pie a las más de mil personas que llenaban el auditorio del Palacio de Congresos de Madrid en el primer día de debates de la Conferencia
Autocrítica
«No lo estamos haciendo bien», confesó Díaz. «Hay cosas que son evidentes: es evidente que tomamos decisiones en un momento determinado que nos alejaron de nuestra base social. Nosotros mismos no nos reconocíamos. Hay brechas que no se han terminado de cerrar. Con sinceridad, no estamos bien».
En su discurso denunció que su partido no tiene en este momento «el pulso de lo que sienten y dicen» los ciudadanos que se manifiestan en las calles contra las políticas del PP, que se «refugian en mareas y plataformas» porque el PSOE no «responde a lo que necesitan».
«Estamos malgastando energía entre nosotros cuando miles de ciudadanos salen a la calle a defender lo que lleva sello socialista. Aún no hemos sido capaces de construir ese proyecto transformador que España necesita».
«Queremos rectificar errores y actualizar el mensaje. Tenemos la responsabilidad de recuperar la credibilidad. Millones de ciudadanos necesitan al PSOE y nos necesitan ya. ¡El PSOE tiene que ser hoy el partido de la esperanza!».
Primarias
«Os pido que pongamos los intereses de los ciudadanos por delante de los intereses del partido». «Y por delante de los intereses individuales de los miembros del partido».
«No esperemos a que falle la derecha, tenemos que ganar por nosotros mismos, por nuestro proyecto. Eso no son solo primarias, son muchas más cosas. Estemos a la altura».
Unidad de España
«Tenemos un proyecto común y ese proyecto se llama España. Ahí tenemos que estar todos los socialistas, todos. Nadie puede echarnos de la defensa de la Constitución. Que los ciudadanos no se desconcierten, que cuando nos miren sepan que hay un partido que defiende a España y su unidad, porque nosotros no nos podemos permitir que el PSOE cree desconcierto e inseguridad entre los ciudadanos».
Relación con el PSC
«Estamos con vosotros, sois fundamentales, os necesitamos en el proyecto socialista».