El expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili, acusado de intentar derrocar al Gobierno ucraniano, se negó hoy a comparecer ante la Fiscalía y el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), tras escapar ayer de su detención en Kiev.
«No acudiré a ningún pseudo fiscal general (…) No lo considero fiscal general, pero estoy listo para recibir a otros investigadores aquí en el campamento», dijo Saakashvili a los periodistas frente al Parlamento ucraniano.
Estas declaraciones se producen después de que la policía entrara de madrugada en las tiendas de campaña instaladas frente a la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania, para buscar y arrestar -sin éxito- a Saakashvili, que encabeza las protestas para pedir la destitución del presidente de Ucrania, Petró Poroshenko.
Según el Ministerio del Interior, se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que pasaron la noche allí, y al menos trece personas resultaron heridas, entre ellos una decena de agentes.
Saakashvili desafió ayer a Poroshenko, y llamó a un nuevo «Maidán» tras ser detenido en Kiev acusado de golpismo y liberado poco después por sus partidarios, que se enfrentaron a la Policía.
El polémico político georgiano escapó de su arresto ayudado por más de un centenar de personas, que bloquearon el paso del vehículo policial en el que fue custodiado y le sacaron del mismo en medio de un violento forcejeo con las fuerzas de seguridad.
El fiscal general de Ucrania llamó hoy al político apátrida, fundador del partido opositor RNS (Movimiento de las Nuevas Fuerzas), a acudir al interrogatorio ante el SBU, ya que se enfrenta desde ayer a un proceso penal por sospechas de golpismo.