180-170. El resultado previsto. El debate de la anunciada investidura fallida de Rajoy consume su primer trámite. Al candidato le faltaron seis votos para alcanzar la mayoría absoluta. Y el viernes, cuando ya solo es necesaria la mayoría simple, le faltarán seis abstenciones. A partir de ahí, se abre un plazo de dos meses para que alguno de los protagonistas políticos cambie de postura y desatasque el asunto. De lo contrario, terceras elecciones. Esta vez en Navidad.
Pedro Sánchez y Mariano Rajoy intentaron responsabilizarse mutuamente de una situación insólita. Como ha recordado el presidente en varias ocasiones, desde la Segunda Guerra Mundial, ningún país de Europa ha repetido tres veces la mismas elecciones. De ahí que comiencen a ser frecuentes las voces que alertan del deterioro en la confianza del sistema que este bloqueo comienza a generar entre los españoles.
En este clima, conseguir que la opinión pública no te visualice como culpable de la repetición electoral es objetivo esencial en la estrategia de cualquier campaña política. En ello rivalizaron este miércoles los líderes del PSOE y del PP después de que Sánchez no dejara margen al suspense. Anunció su voto contrario a Rajoy en la primera frase de su discurso. Y lo justificó: «Nadie puede pedirnos que apoyemos lo que queremos cambiar».
Sánchez rechazó las presiones para que el PSOE facilite la investidura porque –dijo- nadie puede pedir a los socialistas que utilicen «la fuerza que millones de ciudadanos» les han dado en las urnas «para ir en contra» de lo que creen. Aunque son socialistas muchas de las voces que han expresado la necesidad de que el PSOE facilite el desbloqueo mediante la abstención. “Abstenerse no es apoyar al PP bajo ningún concepto. España necesita tener un gobierno y si tú no puedes hacerlo, tienes que dejar a alguien que lo haga», dijo Fernández Vara apenas unas horas antes del debate.
Argumento el del barón extremeño que no es desconocido para Sánchez. Esto fue lo que dijo el líder socialista cuando meses atrás se subió al estrado para defender su investidura:»No caigamos en el error de creer que si ninguno tenemos los votos suficientes para gobernar en solitario, nuestro único compromiso es la oposición».
No incurrió en contradicción Sánchez cuando recordó a Rajoy que el PSOE no pidió el voto del PP en el debate de investidura de Pedro Sánchez: “Entendimos su desconfianza porque nuestro programa es una enmienda de totalidad del suyo».
Para hacerlo evidente, detalló una panorama desolador de la realidad española. Y responsabilizó de ello a los cuatro años de gobierno de Rajoy: la corrupción, el desempleo, la pobreza, el endeudamiento, los niños hambrientos, la manipulación de la justicia, la cercenación de derechos y libertades…
“No puede orientar la regeneración democrática el líder de un partido imputado por corrupción”, sentenció Sánchez.
Rajoy tiró de ironía
Rajoy tuvo que soportar que Sánchez disfrutara con la revancha. El socialista recuperó de la hemeroteca las críticas que el »popular» hizo para desacreditar el pacto del PSOE con Ciudadanos ahora que el líder del PP se presenta a buscar la investidura con otro acuerdo insuficiente con los de Rivera. «Lo que pretende hacernos creer el señor candidato es que, si hoy España no tiene Gobierno, si él no es elegido presidente, será por culpa de todos los demás, que son los malos», dijo entonces Rajoy. El argumento volvió como un bumerang al rostro del candidato a la investidura.
Pero Rajoy fue Rajoy en la réplica. A diferencia del martes, tiró de guasa para contestar al socialista. «Si yo soy tan malo, ¿cuánto de malo es usted?, ¿pésimo?», le preguntó tras recordarle la ventaja de 52 escaños (la máxima diferencia nunca en España entre la primera y la segunda fuerza política en un Parlamento) que consiguió en las urnas.
Bromeó con la retaíla de argumentos que el socialista enumeró para explicar el rechazo. «Tenga la total y absoluta certeza de que ya he entendido todas las partes del no», dijo tras pedir a Sánchez que «no abuse». «Con que me diga que no ya es suficiente, no hace falta argumentarlo».
Socarrón, dijo que, como candidato a la investidura, estaba obligado a tratar a Sánchez con “muchas más deferencia” de la habitual: «Francamente no creo que el señor Rivera y yo pasemos a la historia por el acuerdo firmado el otro día. El único que va a pasar a la historia va a ser usted porque va a provocar que por tercera vez en un año haya elecciones generales en España».
Sobre la fecha elegida para las nuevas elecciones, más ironía: “No hay que preocuparse mucho por la fecha ya que usted ha reiterado hasta la saciedad que no habrá de ninguna manera otros comicios. Y yo me fío de su palabra».
Rajoy concluyó su réplica preguntando a Sánchez cuál es la razón, «aparte de sus prejuicios» para que «no sea capaz», no solo de pactar, sino «simplemente de dejar gobernar a quien los españoles han querido que gobierne».
Es democracia, responde Sánchez
El líder del PSOE replicó desde su escaño que si Rajoy no sale investido presidente del Gobierno no es porque le estén bloqueando, sino porque carece de la mayoría suficiente para gobernar porque los españoles no han confiado en él.
«Si no cuenta con 176 diputados a favor para sacar adelante su candidatura será responsabilidad suya, no mire al PSOE», dijo. «No es cuestión de bloqueo, señor Rajoy. Si tiene 170 votos a favor y 180 en contra no es bloqueo, es democracia», espetó Sánchez, sin aclarar si el PSOE entrará al capote que le tendió después Pablo Iglesias para formar una alternativa a Rajoy.
170-180. El fantasma de las dos Españas visualizado en dos cifras. El sí y el no frente a frente. Sin matices intermedios. Con la Navidad como próxima meta, a menos que una carambola en las elecciones vascas del 25-S lo remedie… o los Vara de turno se multipliquen en el PSOE hasta el amotinamiento. Porque Rajoy dejó claro, en un mensaje a navegantes, que él seguirá intentándolo.
Animo a la Cámara a seguir trabajando para formar Gobierno; yo lo seguiré haciendo, como siempre, por el interés general #InvestiduraRajoy
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) 31 de agosto de 2016