“Yo quiero mucho a mi partido, con todas mis fuerzas”. Así ha comenzado el discurso el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha manifestado que siente “orgullo, entusiasmo” por su trabajo en el partido. Ha agradecido a José Griñán el recibimiento en Andalucía.
«Carmen y yo hemos dado ejemplo de respeto y elegancia». Rubalcaba ha bromeado sobre la rivalidad con la candidata. Mientras ella le reprocha que su candidatura es la vuelta al pasado, él dice que tiene más experiencia que ella.
Rubalcaba apela al orgullo de ser socialista, y recuerda que son los herederos de los que lucharon por la libertad y la democracia social. Declara que el PSOE es ahora el depositario del legado de Zapatero, de su compromiso por la igualdad y su valor y coraje para acabar con el terrorismo. “Yo soy una persona de lágrima fácil. Zapatero no. Le he visto una sola vez llorar; cuando ETA declaró el final del terrorismo en España”. Aplausos en el recinto. Según el candidato, hay que darle las gracias al expresidente por poner los intereses generales de España por encima del partidista, y ése “es el mejor legado” que ha dejado.
El exministro declara que el PSOE es la única referencia para muchos españoles, frente “a los caciques del siglo XXI”.
Rubalcaba lanza un mensaje de unidad, al señalar que al margen del resultado en el Congreso, aupuará al partido y a José Antonio Griñán en las elecciones generales. También ha ofrecido su respaldo al candidato de Asturias a los comicios.
Su idea de secretario general
“No creo que sean liderazgos personalistas, nunca he creído en salvadores”. Rubalcaba habla de cambiar la organización para hacerla más útil, y de una tarea colectiva para hacer frente a la nueva etapa. Rubalcaba apela al “cambio y la unidad”. Insiste en el concepto de “liderazgo colectivo”, pero que no significa débil.
Significativo este mensaje, que no se sabe si se refiere a Chacón, o al PP: «A mí no me van a quebrar, no me van a hacer dar un paso atrás».
Rechaza que haya un “rubalcabismo” y promete que nunca lo habrá. Niega presiones, ni un cheque blanco al partido. “Todo lo que ocurra en el partido se tendrá que explicar fuera, sino, no se puede producir”. Habla de que el partido necesita un líder moral.
Rubalcaba desglosa su estrategia de cambio. Como ya hizo en campaña, asegura que el partido será beligerante ante los recortes y reivindica el poder de la política frente a los mercados. “No vamos a recuperar la confianza con radicalismo verbal. Que tenemos tanta capacidad social para recuperar la economía”. El candidato pide una “Europa federal” y un Partido Socialista Europeo que tenga solidaridad con los territorios.
“Hay que restablecer la unidad y la coherencia política”. Rubalcaba lamenta que estos dos aspectos se han ido difuminando. Para vertebrar el discurso, propone un mayor peso de las federaciones. Pero advierte de que no permitirá que un partido federal, se convierta en una formación confederal, de partidos.
Rubalcaba anuncia que si es elegido secretario general se replanteará el acuerdo con la Santa Sede. El aforo se pone en pie y aplaude con entusiamo. «Si quieren retroceder 30 años, lo haremos para replantear el acuerdo. Nosotros siempre hemos actuado con sensatez».
El candidato hace un guiño a las organizaciones feministas, y habla de las políticas por la igualdad: «Hay que avanzar en un partido más feminista». Rubalcaba ha leido una cita de Pablo Iglesias para reafirmar su compromiso por la igualdad.
Un partido más abierto y transparente
Rubalcaba pide sacar pecho del carácter democrático del PSOE, aunque hay que corregir aspectos formales «pero sin complejos». Considera que «hay que hacer cambios», y proponer sacar provecho de las redes sociales y crear un nuevo papel del militante. «Tenemos que respetar más a nuestros militantes, a sus ideas, proyectos y críticas».
Pide un partido “de mayorías y de gobierno”, que sea capazde hablar de los mismos temas, de la misma manera. “Esta empezando a verseciudadanos de primera, y de segunda. Se está poniendo en tela de juicio laigualdad de los españoles.
Rubalcaba acaba el discurso como empezó. Presume que el PSOEes el arquitecto del estado del bienestar, y por eso, hay que confiar en elpropio partido. “Nos quedan los hechos y las palabras. Llegar a la mayoría noes cambiar los vientos, sino hacerlo cambiar”. Dice que le gusta la palabra “ética”referida a la dificultad. “Tenemos dejar de hablar de nosotros (…) Tenemos quehacernos cargos de los problemas de la gente”.
El candidato asegura que en este momento de dificultad elPSOE “es imprescindible”. “Me presentó para dar todo lo que tengo”.