España volvía a las urnas para intentar resolver una situación de bloqueo político insólita en cuarenta años de democracia. El escrutinio de anoche no despejó la incógnita principal, quién gobernará España en los próximos meses o años, pero decidió algunas batallas que estaban planteadas y corrigió determinadas correlaciones de fuerzas que condicionarán las estrategias que los cuatro grandes partidos nacionales pondrán en marcha hoy mismo en busca de la investidura de un presidente que permita la formación de un nuevo Gobierno.
Rajoy gana y mejora los resultados del 20-D
Mariano Rajoy sonreía sin disimulo. Sale como el triunfador de la noche. El PP es el único partido que mejora los resultados de diciembre: 137 escaños frente a los 123 del 20-D. Recupera 700.000 votos y conquista catorce diputados más. Seis más de los que pierde Ciudadanos, que no ha sido el único caladero donde ha pescado el PP. La estrategia de advertir del riesgo que suponía el ascenso de Podemos y no solo la reivindicación del voto útil frente a los de Rivera ha otorgado réditos a los populares. El PP ha recuperado votos a Ciudadanos y al PSOE, a cuyos votantes había apelado Rajoy para concentrar el voto moderado en el PP.
Rajoy sale reforzado. Ante Rivera y ante los críticos del PP. Ante el primero, porque deja sin legitimidad su veto al presidente del PP como requisito para un hipotético acuerdo: Rajoy sube y Rivera baja en respaldo popular. Ante los críticos a la línea oficial de Génova también. Aguardaban a la vuelta del 26-J para volver a cuestionar el liderazgo del político gallego y deberán esperar a mejor ocasión.
El PP se ha impuesto en todas las provincias españolas menos las de Cataluña, el País Vasco y tres de Andalucía. En el feudo socialista el dato es significativo porque los populares han logrado el sorpasso al PSOE.
Sánchez resiste el sorpasso
Los socialistas pierden cinco escaños respecto al 20-D, pero el resultado, siendo otra vez el peor de la historia del PSOE, le permite a Pedro Sánchez esgrimir una victoria parcial frente a Pablo Iglesias. No es poco. Las encuestas de las últimas semanas, e incluso los sondeos a pie de urna de anoche, aventuraban un hundimiento que no se ha producido. Como Rajoy, Sánchez sale reforzado ante los suyos. Y especialmente ante la presidenta andaluza, Susana Díaz, que ayer vio cómo el PP superaba al PSOE en el tradicional granero de votos socialista. El PSOE pierde 300.000 de los votos que tuvo en diciembre en toda España, pero resiste como primera formación de la izquierda española, aunque se queda a 52 diputados del PP y aumenta la brecha que le separa del primer partido de España.
Iglesias no alcanza las expectativas
Iglesias tenía marcado un objetivo en esta cita electoral: colocar al PSOE en la tesitura de elegir como presidente a él o Rajoy. El efecto mariposa (la coalición con Izquierda Unida) ha defraudado las expectativas que le auguraban las encuestas. Podemos sale del 26-J con idéntico resultado al del 20-D: 71 diputados. Los mismos que tenía si a sus 69 alcanzados en las urnas se sumaban los dos que poseía IU, pero con un millón de votos menos de los que alcanzaron por separado en diciembre. “No son los resultados que esperábamos”, reconoció Pablo Iglesias. También pierde el líder de Podemos la posibilidad de ofrecer al PSOE un gobierno de progreso. Juntos concentran 156 diputados, menos de los que habían conseguido aglutinar en diciembre y 13 por debajo de los que suma el bloque de centro-derecha con PP y Ciudadanos.
Rivera, el gran derrotado
Víctima de la pelea por el voto útil que desencadenó el PP, Ciudadanos pierde 8 de los 40 diputados que alcanzó seis meses atrás. Es un porcentaje sensible, casi el 20 por ciento de sus escaños, pese haber perdido solo 9 décimas. El castigo que la ley D’Hont siempre propina a los partidos pequeños, del que anoche se lamentó el líder de la formación naranja. Rivera sale malparado también de su enfrentamiento particular con Rajoy, a quien tenía vetado para cualquier acuerdo con el PP. Sobre Rivera caerá a partir de hoy una nueva presión en favor de la gobernabilidad de España porque la suma de PP más Ciudadanos está a solo 7 diputados de la mayoría absoluta. Rivera adelantó anoche que está dispuesto a sentarse desde hoy mismo con PP y PSOE para hablar de futuros acuerdos, sin requisitos previos de sillones, advirtió. Esta vez no citó a Rajoy.
GOBIERNOS POSIBLES
PP en solitario: 137 diputados. Necesita de la abstención del PSOE para alcanzar una investidura en segunda votación.
PP+Cs: 169 diputados. Tres más de los que sumaron el 20-D y a siete de la mayoría absoluta. Podrían formar gobierno con la abstención del PSOE.
PSOE+Podemos: 156 diputados. Cinco menos de los que sumaron en diciembre y a 20 de la mayoría absoluta. Un gobierno de izquierdas necesitaría de la abstención de Ciudadanos
PP+PSOE: 222 diputados. Mayoría absoluta. La única que se puede formar con la combinación de solo dos partidos. El PSOE siempre ha descartado un gobierno de gran coalición.