Eppu si muove…
Postrada durante meses en un inmovilismo irritante, la política española recupera las pulsaciones después de que Mariano Rajoy aceptara este jueves las condiciones de Albert Rivera para, como al catalán le gusta decir, poner en marcha España.
Y, sin embargo, se mueve…
Cumplía 242 días España sin Gobierno, se acercaban las elecciones tras la desconcertante comparecencia pública de Rajoy para informar del cónclave ‘popular’, cuando de repente comenzó a atisbarse luz a final del túnel. Al menos para los ojos de Rajoy y Rivera, que como los de Galileo cuando abjuró de la tradición heliocéntrica ante la Inquisición, son capaces de ver lo que otros consideran imposible. «Si alguien hace cábalas con unas terceras elecciones, que se lo quite de la cabeza. Hemos hecho lo contrario, desbloquear la situación. Va a haber gobierno«, aseguró el líder de Ciudadanos.
Minutos antes, tras una reunión de casi dos horas, la cuarta entre ambos líderes, Rajoy se había comprometido a cumplir con las dos exigencias de Rivera. Una, la aceptación en su “literalidad” del documento con las seis condiciones previas para la negociación, que este viernes será rubricado por los portavoces de los dos grupos parlamentarios. Y dos, fijar una fecha para un debate de investidura (el próximo 30 de agosto), al que esta vez, sin el respaldo suficiente previamente asegurado, Rajoy acudirá.
¿Por qué ahora sí y antes no?, se le preguntó al presidente. Su respuesta: «A una sesión de investidura no se puede ir cuando uno tiene la certeza absoluta de que no puede ser investido; por eso, ahora voy a la sesión de investidura«. Y añadió: «Hoy hemos dado un paso que yo calificaría de decisivo para formar gobierno y para que no se repitan las elecciones».
PP y Ciudadanos suman 169 diputados. 170 si se alcanza otro acuerdo, muy factible, con el único representante de Coalición Canaria. Aún le faltarían a Rajoy seis votos favorables en primera votación u once abstenciones en la segunda. Si Rivera pronostica que va a haber Gobierno y Rajoy aventura que puede salir proclamado presidente del debate ¿de dónde saldrán los votos que faltan? Ambos apelan al PSOE.
El pacto tejido por Rajoy y Rivera deja al partido liderado por Pedro Sánchez envuelto en una comprometida red. Como dijo en su día el barón extremeño, Guillermo Fernández Vara, “si Rajoy cuenta con 170 diputados ¿quién es el guapo que dice no?”. Rajoy pedirá a Sánchez su «colaboración» para permitir que haya un gobierno. Y si no, “que el líder socialista plantee la alternativa que considere». Hasta el momento, los socialistas no han planteado nada que no sea no a Rajoy y no al PP.
Incluso este miércoles, cuando el líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que hablaba por teléfono con Sánchez de la necesidad de buscar una alternativa de izquierdas si Rajoy fracasaba, el PSOE tuvo que salir al paso con un comunicado oficial para negar que el partido estuviera manteniendo negociaciones para la formación de una mayoría alternativa.
La línea Maginot de Sánchez
Rajoy y Rivera miran a un Sánchez atrincherado en su línea Maginot del triple no: no a Rajoy, no a una alternativa de izquierdas, no a las terceras elecciones. Tres condiciones imposibles de cumplirse a la vez dado que PP y Ciudadanos no van a sumar al acuerdo a las fuerzas nacionalistas y/o independentistas. Así que, citando ahora a Pablo Iglesias, “Sánchez debe elegir entre Rajoy, una alternativa de izquierdas o elecciones”.
[Lee Aquí: La Maginot de Sánchez]
Rivera espera que el PSOE «reflexione con el sentido de Estado que muchas veces ha demostrado» desde la Transición. Rajoy no piensa buscar en el PSOE otro interlocutor que no sea Sánchez: “Si por el fracaso de esta investidura hubiera que ir a elecciones, sería un fracaso del que tendrían mucha más culpa aquellos que bloquean”. Y los españoles volverían a la urnas el día de Navidad.
En cualquier caso, el pacto que puedan alcanzar PP y Ciudadanos será, única y exclusivamente, para desatascar la investidura, explicó Rivera. El líder de la formación naranja aseguró que su partido nunca entrará a formar parte del Gobierno de Rajoy.