El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha evitado confirmar o desmentir si el pasado 11 de enero mantuvo una reunión con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y ha hecho hincapié en que él está dispuesto a hablar con el Gobierno catalán. «Quiero hablar, pero quiero hablar de los problemas reales y no de liquidar España», ha enfatizado.
Según pública en su edición de hoy »La Vanguardia», Rajoy y Puigdemont se vieron el pasado 11 de enero en un almuerzo en el Palacio de la Moncloa. Según este diario, los dos presidentes tuvieron una conversación «cordial» pero no se tradujo en un acercamiento en la cuestión secesionista. La cita tuvo lugar a instancias de Rajoy, que le planteó que acudiese a la Conferencia de Presidentes Autonómicos, que se celebró el día 17 y a la que Puigdemont finalmente no asistió.
El presidente catalán, de su lado, le insistió en su intención de convocar un referéndum independentista y le planteó que podrían negociarse sus condiciones, pero Rajoy insistió en que no puede permitirlo.
En declaraciones en los pasillos del Congreso, tras responder a las preguntas de control, Rajoy ha sido preguntado en un par de ocasiones si esa entrevista se produjo, pero ha esquivado el asunto. «La posición, que hoy recoge un medio de comunicación, mía es la de siempre», ha dicho, para añadir que él quiere tratar con el Gobierno catalán «los temas que afectan a la gente».
Los acuerdos de la Conferencia de Presidentes
En este sentido, ha dicho que le gustaría que Puigdemont se implicase en los acuerdos de la Conferencia de Presidentes porque se habla de asuntos como la financiación autonómica, la dependencia, el empleo o los problemas demográficos. «Yo quiero hablar también de los Presupuestos, de las inversiones y de las infraestructuras«, ha destacado.
Es más, Rajoy ha indicado que quiere «intentar que todos» hagan un esfuerzo para recuperar la cohesión interna para que la Generalitat no esté «condicionada» por grupos extremistas que, a su juicio, puede afectar al «modelo económico y social de Cataluña».
Rajoy ha insistido en que quiere hablar de estos asuntos que preocupan a los ciudadanos, pero ha dejado claro una vez más que él no puede hablar de cómo se pone de acuerdo «con los señores independentistas» para saltarse la ley «conjuntamente».
Según ha recalcado, como presidente del Gobierno tiene la «obligación básica» de «cumplir y hacer cumplir la ley» y no puede autorizar un referéndum que pretende «liquidar» la soberanía nacional y que una parte de los españoles no puedan opinar sobre lo que quieren que sea su país.
«Por tanto, es momento de volver a la sensatez, al sentido común y terminar con esto, que lleva ya cinco años y no ha conducido a nada positivo para los ciudadanos de Cataluña. Mi disposición es la mejor y yo efectivamente quiero hablar, pero quiero hablar de los problemas reales y no de liquidar España ni la ley», ha concluido.
Puigdemont es pesimista
En la sesión de control al presidente de la Generalitat, en el pleno del Parlament, Puigdemont no ha desmentido que el pasado 11 de enero se reuniera con Rajoy en la Moncloa.
En respuesta a una pregunta del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, Puigdemont ha dicho «con conocimiento de causa» que «no hay voluntad de negociar por parte del Gobierno del Estado español».