El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, participará este sábado en Bruselas en la cumbre de la UE en la que espera que los líderes comunitarios consensúen los nombres del próximo presidente del Consejo y el Alto Representante, y se allane el camino para las expectativas de Luis de Guindos y Miguel Arias Cañete.
Rajoy estrenará así en la capital belga su agenda internacional del nuevo curso político, que tendrá continuidad la próxima semana con su presencia en la cumbre de la OTAN que se celebrará en la localidad galesa de Cardiff y en la que una de las cuestiones que se abordarán será la actitud de Rusia con Ucrania.
El eje de la cita de mañana es el nombramiento de las personas que estarán al frente de algunas de las principales instituciones europeas después de que en la reunión que los líderes de la UE mantuvieron en julio con ese fin no fueran capaces de lograr ese objetivo.
Fuentes del Gobierno han informado de que Rajoy espera que mañana las negociaciones fructifiquen y que la cumbre decida quién sustituirá a Herman Van Rompuy como presidente del Consejo y a Catherine Ashton como Alto Representante y, en consecuencia, jefe de la diplomacia europea.
Durante su comparecencia del pasado lunes en Santiago de Compostela junto a la canciller alemana, Angela Merkel, Rajoy subrayó que los Veintiocho deben ser capaces de acordar esos importantes nombramientos para que se pongan a trabajar cuanto antes en las que deben ser las prioridades estratégicas de la UE en los próximos años.
El Gobierno rechaza decantarse a priori por alguno de los nombres que se barajan para situarse al frente de esos cargos y, según las fuentes citadas, «los mejores serán los que logren el consenso».
El Gobierno espera que, en función de las negociaciones que sí se abordarán y de las conversaciones que pueda mantener Rajoy con otros líderes comunitarios y con el propio Juncker se refuerce su aspiración a que Miguel Arias Cañete logre una comisaría europea de peso y el ministro Luis de Guindos presida en el futuro el Eurogrupo.
Rajoy consiguió el apoyo expreso de Merkel a De Guindos y, en la rueda de prensa que ambos ofrecieron en Santiago de Compostela, la canciller alemana expresó ese respaldo por considerar que ha demostrado ser un «excelente» ministro de Economía en «tiempos difíciles».
Sin embargo, ese nombramiento podría demorarse hasta mediados del año que viene, cuando acaba el mandato de su actual titular, el holandés Jeroen Dijsselbloem, cuyo puesto quedaría vacante antes si éste fuera designado comisario europeo, aunque esa posibilidad no parece barajarse actualmente.
El presidente del Gobierno ha reiterado también su apuesta por Arias Cañete como comisario europeo y no se ha planteado ofrecer alternativa alguna ante la petición de Juncker de que los socios comunitarios propongan más nombres de mujeres para que haya un mayor equilibrio de sexos en la Comisión que presidirá a partir de noviembre.
Antes de asistir a la cumbre de los Veintiocho, Rajoy participará en Bruselas en una reunión previa del Partido Popular Europeo en la que se analizará el estado de las negociaciones para la designación de los cargos institucionales.
La agenda de reuniones en la capital belga ha propiciado que el acto del Partido Popular que Rajoy iba a protagonizar por la mañana en la localidad pontevedresa de Soutomaior (con el que tradicionalmente da inicio al nuevo curso político) se haya trasladado al domingo.
Además, Rajoy ha convocado la primera reunión de la Ejecutiva del PP tras el periodo vacacional para el lunes 8 de septiembre, una cita en la que el presidente del Gobierno y del PP marcará las prioridades de un año con varias convocatorias electorales a la vista y en la que se tratará la intención de modificar la ley electoral para la elección directa de alcaldes.
La crisis en Ucrania como telón
La cumbre europea se producirá en plena escalada de la crisis en Ucrania, tras la denuncia de Kiev de una incursión de soldados de combate rusos en el este del país.
Tras el intento fallido de julio pasado, los líderes comunitarios intentarán acordar quién sustituirá en noviembre a la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), la británica Catherine Ashton, y al presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, cuyo mandato expira en diciembre.
Además, los dirigentes de los veintiocho países comunitarios decidirán cómo reaccionar ante los últimos acontecimientos en Ucrania, incluido un posible endurecimiento de las sanciones contra Moscú, después de que Kiev denunciase la presencia de soldados rusos en el este del país.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, se reunirá antes de la cumbre europea por separado con Van Rompuy y con el presidente saliente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso. El próximo mes hará lo propio con Barack Obama en la Casa Blanca.
Los líderes comenzarán su reunión con un intercambio de puntos de vista con el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, y con el presidente electo de la CE, Jean-Claude Juncker, tras lo cual abordarán los nombramientos del jefe de la diplomacia y del presidente del Consejo Europeo.
Los nombres que más han sonado en los últimos días en Bruselas son los de la titular italiana de Exteriores, Federica Mogherini (Partido Socialista Europeo, PES), para el cargo de Alta Representante, y el del primer ministro de Polonia, Donald Tusk (Partido Popular Europeo, PPE), para encabezar el Consejo.
En el caso de que Tusk, quien tendría el respaldo de la canciller alemana, Angela Merkel, y del primer ministro británico, David Cameron, no se hiciera con el puesto, se baraja el nombre del ex primer ministro letón Valdis Dombrovskis, también del PPE.
Asimismo, se ha hablado como posibles candidatos al Consejo Europeo de la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt (PES); el exjefe del Ejecutivo de Estonia Andrus Ansip (liberal); el primer ministro irlandés, Enda Kenny (PPE), y al antiguo presidente del Gobierno de Finlandia, Jyrki Katainen (PPE).
El objetivo es, en principio, equilibrar el «tándem» de altos cargos con una persona de Europa del Este.
Los nombramientos de estos dos cargos europeos deben respetar el equilibrio de género, geográfico y político.
Así, la elección de la socialista danesa Thorning-Schmidt podría compensarse con el nombramiento de la búlgara Kristalina Georgieva (PPE), actual comisaria de Ayuda Humanitaria, o con el del ministro polaco de Exteriores, el también popular Radoslaw Sikorski.
Otra de las fórmulas barajadas en los últimos días colocan al frente de la diplomacia europea al ministro de Exteriores de Holanda, Frans Timmmermans (PES), y a la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, como jefa del Consejo Europeo.
Una vez que los Veintiocho tomen esta decisión, se centrarán en los asuntos de la actualidad internacional -con especial atención a la crisis de Ucrania, Irak, Gaza y Libia- e intercambiarán puntos de vista sobre la epidemia de ébola.
El presidente electo de la CE, Jean-Claude Juncker, participará en la cumbre, dado que el cargo del Alto Representante va parejo al de vicepresidente de la Comisión.