El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha afirmado hoy que medio año después del 1-O los miembros de su gobierno son «presos políticos» pero se mantienen «libres de espíritu» y ha destacado que el referéndum supuso el inicio de una «nueva era de la que no hay retorno posible».
En un mensaje en sus cuentas de Instagram y Twitter, que gestiona su equipo desde que permanece encarcelado en Alemania, Puigdemont subraya que la palabra de la ciudadanía «no puede ser nunca delito» y que no escucharla «es legal pero inmoral».
«Seis meses después del 1-O, el gobierno de Cataluña somos presos políticos, pero libres de espíritu», indica Puigdemont, que fue detenido el pasado domingo en Alemania, donde la justicia tendrá que decidir ahora si lo extradita a España en virtud de la euroorden emitida tras su procesamiento por rebelión y malversación.
«Aquella jornada de dignidad popular y barbarie policial (en referencia al 1-O) fue el inicio de una nueva era de la que no hay retorno posible. Ayer, hoy y siempre, a vuestro lado», indica Puigdemont en su mensaje en las redes, que finaliza con el lema «República Catalana».