Durante la presentación este lunes del Informe territorial de la provincia de Barcelona 2011, Fogué ha admitido que es necesario mejorar y modernizar las diputaciones, pero ha asegurado que la institución barcelonesa es "un referente válido para el conjunto de España y para otros gobiernos intermedios del resto de Europa".
Fogué ha insistido en que la Diputación de Barcelona está en unas condiciones "mucho mejores que otras del mismo nivel", lo que ha atribuido al ejercicio de previsión de los últimos tres años, en los que ha remarcado que se ha llevado a cabo una reducción del gasto del 20%.
Ha argumentando que en estos momentos, la institución tiene un remanente de 30 millones de euros, una media de pago a los proveedores de 36 días, y un nivel de endeudamiento del 40%.
El presidente en funciones ha defendido que las diputaciones son "necesarias e imprescindibles" siempre y cuando no se limiten a hacer sólo de intermediarias en la distribución de recursos de otras instituciones.