El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, aseguró hoy en Budapest que la política de su Gobierno y la de los otros tres miembros del Grupo de Visegrado (V4) es «pro UE» y respeta los valores europeos, pero evitó pronunciarse sobre el procedimiento legal abierto contra su país por Bruselas.
«Creemos en los valores de la Unión Europea (UE), que queremos construir conjuntamente», aseguró Morawiecki tras entrevistarse con su homólogo y aliado húngaro, el también nacionalista Viktor Orbán.
Según Morawiecki, «hemos hablado mucho sobre el V4 (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa), que es un plano muy importante y una destacada parte de la UE. Compartimos una política pro UE».
«Nosotros no cuestionamos la unidad, creemos en Europa», subrayó, tras advertir de que «hay diferentes acontecimientos que cuestionan la unidad de la UE», aunque sin especificar cuáles.
El jefe del Gobierno polaco no se manifestó, como esperaba la prensa en Budapest, sobre la reciente decisión de la Comisión Europea (CE) de activar el artículo 7 del Tratado de la UE contra su país, como respuesta a la polémica reforma del sistema judicial aprobada por Varsovia.
La visita de Morawiecki se enmarca en una «ofensiva diplomática» anunciada recientemente por el ministro polaco de Exteriores, Witold Wasczykowski, para contrarrestar el inédito paso dado por la CE, un proceso legal previsto para actuar contra violaciones del Estado de derecho en los socios que podría retirar a Varsovia su derecho a voto en la UE.
En este contencioso, Budapest apoya a Varsovia y Orbán adelantó hace días que su Gobierno «bloquearía» esos procesos en la UE.
Por otro lado, Morawiecki y Orbán reafirmaron su rechazo categórico al sistema de reubicación de refugiados de la UE, que establece cuotas obligatorias del número de demandantes de asilo para todos los socios.
«La política de inmigración de la UE no funciona, es un fracaso. La gente europea no quiere inmigración, a pesar de que algunos políticos europeos tratan de imponerla», afirmó Orbán, quien abogó por «una Europa europea, que conserva la cultura cristiana».
En una entrevista a la radio pública Kossuth el pasado 22 de diciembre, Orbán dijo que, «cuando alguien ataca a Polonia, ataca a toda Europa Central», tras resaltar que «Hungría debe ser solidaria» y reiterar que «acudirá a la posibilidad de imposibilitar» las decisiones comunitarias que puedan castigar a Varsovia.