Campaña mediática. Eso es lo que cree ‘Podemos’ que hay en las televisiones contra ellos. Ya no es el Congreso del Pueblo.»Si creen que acabando con las caras visibles, pueden acabar con Podemos, están radicalmente equivocados», asegura Monedero. “Los medios de comunicación quieren dictarnos lo que tenemos que hacer, cuándo y cómo y no vamos a tolerar esos ataques», dice el que hasta ahora estaba encantado con los medios y atacaba a los que no les sacaban (lo de TVE y Telemadrid, dicho sea de paso, no tiene un pase).
«Ya les advertimos a principios de semana que tenía una agenda muy complicada; si cada vez que Pablo cancela una entrevista se monta este lío sería una locura», ha asegurado en declaraciones a TeInteresa. En este sentido, Suárez lamenta «que se esté dando tanta bola a este tema» y que Mediaset haya reaccionado de esta manera «agresiva».
Desde Podemos han querido salir al paso de los rumores y apuntan a una paulatina retirada de la exposición televisiva del líder del partido. «Es cierto que Pablo está ahora dedicado a la elaboración del programa pero no se trata de una estrategia, sino de una consecuencia natural que pasa por hacer visibles a otros portavoces de la ejecutiva de Podemos», apunta. «Así si hablamos de demoscopia es probable que comparezca Carolina Bescansa, si hablamos de desahucios,Rafa Mayoral, además de Monedero, Errejón… etc», puntualiza.
La casta habla siempre de meter la mano en el fuego y defender a los suyos. Sí, Es una de las frases que más se escuchan en el mundo político en España. Eso y la instrumentalización de la justicia cuando la instrucción no va ni al ritmo ni en las condiciones que a los políticos, sean del partido que sean, les gustan. Un repaso a declaraciones más que recientes dejan claro que ante cualquier proceso judicial la primera reacción es proteger, la segunda, criticar a la justicia, la tercera, hacer el vacío y la cuarta… hacer como si nada hubiera pasado. Asumir responsabilidades políticas es un milagro en España, y ser capaz de decir una cosa y la contraria según vayan ocurriendo los hechos, una virtud. Algunos ejemplos ilustran esta tesis.
Como sucede en el resto de los partidos, en Podemos están dispuestos a poner la mano en el fuego por los suyos. Después de que se denunciasen supuestas irregularidades e incumplimentos en un contrato público del miembro del Consejo Ciudadano de ‘Podemos’ Iñigo Errejón, responsables del partido han salido en su defensa, denunciando una campaña de infamias y difamaciones contra el partido.
El portavoz del partido, Rafael Mayoral, con una actitud que recuerda a la de otros dirigentes políticos, eludió hablar de las supuestas irregularidades de Errejón y utilizó una frase a la que ya estamos acostumbrados: estamos muy contentos que se investigue para saber la verdad o poner las cosas claras. Tanto Manuel Chaves como José Antonio Griñán, ex presidentes de la Junta de Andalucía, tienen tanto interés en poner las cosas claras que han pedido comparecer en el jucio de los ERE voluntariamente.
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha puesto la mano en el fuego por ambos, asegurando que no tiene ninguna duda de la «honestidad y honradez» de su antecesores en el cargo y se ha mostrado convencida de que «más temprano que tarde se va a esclarecer la verdad». También han puesto la mano en el fuego por sus compañeros andaluces la presidenta del PSOE Micaela Navarro y la eurodiputada Elena Valenciano.
En julio del pasado año, cuando volvieron a aparecer informaciones relacionadas con la supuesta financiación en B y los sobresueldos en el Partido Popular, el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, «puso la mano en el fuego» por Mariano Rajoy, al que definió como «una persona honrada y honesta».
En junio del año pasado, el entonces secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reiteró su confianza en el exministro de Fomento José Blanco y aseguró que volvería a poner la mano en el fuego por él el mismo día en el que el juez instructor del caso Campeón en el Tribunal Supremo propuso que se tramite el suplicatorio que debe remitirse al Congreso de los Diputados para procesarle.
El secretario general de CDC, Oriol Pujol, mostró todo el apoyo a sus hermanos por las informaciones que les vinculaban a posibles delitos: «Pongo la mano en el fuego por mis hermanos, aunque me queme». Lo que no sabía Oriol es que pronto la justicia le iba a imputar a él por el tema de las ITV. Ni que decir tiene que su padre, el honorable, que ahora se permite hablar de picaruelos en la política, parte de los medios (la independencia a veces queda tocada), y el partido se pusieron de su parte. Pero ese apoyo en España siempre es efímero. Para empezar, el delfín ya no lo es.
¿Qué dijo Oriol Pujol de la acusación a sus hermanos? Casi lo mismo que cuando le tocó a él que fue imputado. «Todas estas acusaciones son una estrategia de acoso y persecución para intentar frenar el proceso impulsado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, por el ‘derecho a decidir’ de Cataluña. «No me estoy protegiendo con la ‘senyera», apostilló.
¿Qué hizo Alonso cuando saltó el caso Bárcenas? Señalar que todo era una estrategia de acoso y derribo contra el PP. Y qué dijo González en el caso de los GAL? Lo mismo. Cuando empezaron acusaciones contra su delfín, Ignacio González, ¿qué dijo Aguirre? Pongo la mano en el fuego. Y la lista es interminable. Alguien tendría que decirle a los políticos que cuando dicen eso de pongo la mano en el fuego… se acaban quemando.
La secretaria general del PSOE, Elena Valenciano, también puso»la mano en el fuego» por la ex consejera de Economía y Hacienda de Andalucía Magdalena Álvarez, imputada en el caso de los ERE fraudulentos, y por el presidente de la Junta andaluza, José Antonio Griñán.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, apeló este jueves a la presunción de inocencia de los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, después de que el Tribunal Supremo abriera causa contra ellos por el supuesto fraude en la financiación de los ERE, pero anunció la “máxima contundencia” si hubiera “algún hecho vinculado con la corrupción”. pero por ahora, cuidado, tiempo habrá de tomar decisiones.
Campaña de miedo
Podemos se ha reafirmado en que sufre un «campaña» de «miedo» e «infamias» de quienes quieren detener a «los mensajeros de la voluntad del cambio» en España y plantea una «movilización social» ahora y hasta su aniversario como partido en enero como respuesta bajo es eslogan de «su odio nuestra sonrisa», que ya lanzó el pasado viernes en las redes sociales.
La formación política ha decidido «pasar al contraataque» ante la «ofensiva concertada de los medios de comunicación» que se está produciendo contra los más destacados miembros de la dirección elegida el pasado fin de semana.
En el Encuentro ciudadano para ganar Móstoles, en el que participó junto a Guillermo Zapata, de Ganemos Madrid, Monedero subrayó que Pablo Iglesias, secretario general de Podemos; Carolina Bescansa; Luis Alegre; Íñigo Errejón y él mismo han «tomado la decisión, junto con otros miembros de la dirección, de dar una respuesta a la altura de los ataques concertados de los medios».
«Esta semana le ha tocado a Errejón, pero estamos convencidos de que la semana que viene empezarán con otro, la siguiente otro…»Somos conscientes de que, después de la elección de la dirección de Podemos, se ha orquestado un ataque para ir debilitando a los rostros con mayor presencia con el fin de intentar debilitar así a la nueva organización», ha afirmado Monedero.
Las declaraciones de Monedero recuerdan demasiado a las de Rosa Díez, líder de Unión Progreso y Democracia (UPyD), en 2009, cuando su partido daba sus primeros y firmes pasos. Desde su blog denunciaba una campaña de los “voceros” de PP y PSOE para neutralizar su potencial electoral. La portada del último número de la revista Época, en la que Díez aparecía besando a Fidel Castro y en su antiguo despacho del Gobierno vasco junto a una ikurriña, acabó con la paciencia de la ex socialista.
¿Se enfrentaría Iglesias a sus rivales en un debate?
Los debates televisados durante las campañas electorales ya han pasado ser más habituales, pero son pocos los responsables políticos que se presentan ante las cámaras con naturalidad y sin miedos. En 2011, después de 11 elecciones generales, sólo se había producido tres debates televisados entre los candidatos a La Moncloa. La cifra evidenciaba la escasa tradición en nuestro país de los cara a cara y la reticencia de los políticos a enfrentar sus ideas en directo ante una audiencia de millones de espectadores.
Once elecciones generales y tres debates televisados entre los candidatos a La Moncloa. La cifra evidencia la escasa tradición en nuestro país de los cara a cara y la reticencia histórica de los políticos patrios a enfrentar sus ideas en directo ante una audiencia de millones de espectadores.
El anuncio este domingo del acuerdo entre los dos principales partidos para celebrar un debate entre los «presidenciables» Rubalcaba y Rajoy puede significar un cambio de tendencia. Será la primera vez en Democracia que se celebran debates televisados en dos elecciones generales consecutivas. La última vez, en 2008 se habló incluso de la «campaña del cara a cara». Y es que habían pasado 15 años desde el último en 1993. En aquella ocasión Felipe González se enfrentaba José María Aznar, al que muchas encuestas daban como modesto ganador en los comicios.