El socialdemócrata Peter Pellegrini asumió hoy la jefatura del Gobierno de Eslovaquia al frente de un Ejecutivo formado con el objetivo de superar la crisis desencadenada por el asesinato del periodista Jan Kuciak a fines de febrero.
Economista de 42 años, Pellegrini sustituye como primer ministro al líder del Partido Socialdemócrata (SMER), Robert Fico, quien dimitió el 15 de marzo cediendo a la presiones de la calle y de la oposición, después de conocerse que Kuciak investigaba supuestos vínculos del crimen organizado con círculos cercanos al Gobierno.
De talante consensual, Pellegrini -el tercer político con más votos preferentes en las pasadas elecciones legislativas de 2016- representa a una nueva generación en el SMER.
El nuevo jefe de Gobierno ha logrado un difícil equilibrio en las semanas que siguieron al crimen contra Kuciak y su pareja, cuando decenas de miles de ciudadanos salieron a la calle a protestar, pues se ha solidarizado con los manifestantes sin perder lealtad hacia el SMER y hacia Fico, su mentor.
Sin embargo, está aún por verse si podrá convencer a la población de que puede confiar en el nuevo Ejecutivo, pues ante la evidente afinidad con el primer ministro dimitido, buena parte de la oposición parlamentaria lo considera una mera marioneta de éste.
Además, fue Fico quien propuso que Pellegrini lo sustituyera cuando aceptó dimitir bajo la condición de que se mantenga en el poder la coalición tripartita que él encabezaba.
De antepasados italianos y nacido en Banska Bystrica en 1975, Pellegrini fue secretario de Estado de Finanzas en la legislatura anterior (2012-2016), poco después de que el Gobierno de la conservadora Iveta Radicova se hundiera por desavenencias internas.
Posteriormente, el hoy primer ministro dirigió el Ministerio de Educación y Deporte, antes de ser presidente del Consejo Nacional (Parlamento unicameral) en un momento en que Eslovaquia se disponía a asumir la presidencia de turno de la Unión Europea (UE), en el segundo semestre de 2016.
Bratislava acometía entonces la reconstrucción de su histórico castillo para usarlo como sede de los eventos de su presidencia comunitaria, y afrontaba el problema de que la creación de un aparcamiento subterráneo ponía en peligro hallazgos arqueológicos.
Pellegrini intervino en la situación y la ciudadanía le reconoce una gestión consensual y exitosa, que permitió al país asumir la batuta de la UE con el célebre castillo de punta en blanco y el aparcamiento operativo.
Su cargo previo al actual fue el de la vicepresidencia encargada de inversiones e informatización.
En ese trabajo de coordinación de la inversión extranjera, ha logrado atraer capital al país, como el del consorcio Volkswagen y las dedicadas a las nuevas plantas de ensamblaje de vehículos de la británica Land Rover y de motores de la mexicana Nemak.
Pellegrini es soltero.