José Antonio Pérez Tapias, al igual que su oponente y compañero Eduardo Madina, podría rechazar la oferta realizada por el futuro secretario general Pedro Sánchez y no formar parte de su Ejecutiva que este fin de semana deberán ratificar los delegados en el Congreso Extraordinario.
El granadino que en un primer momento le mostró su disposición a integrar su equipo a cambio de hacerlo por la base, es decir, que contara también con sus apoyos, ha confesado a este medio estar indignado por el giro «inesperado» ocurrido en la elección de delegados para el Congreso.
El candidato de Izquierda Socialista sólo ha conseguido la representación de 67 delegados (un 5% de los 1.036 delegados) que acudirán al Congreso, cuando desde su equipo insisten que «fue el 15% de militantes los que le votaron para la secretaría del partido».
Tapias, que confía hacer valer su peso y asegura que no ha sentido «esa integración que él propone», ha exigido una última reunión para hablar con Sánchez antes del Congreso de este finde semana. «Todavía no hemos recibido noticias suyas», aseguran desde su equipo.
El madrileño sabe que el ala más radical del PSOE con Pérez Tapias a la cabeza podría molestar en según qué decisiones tome, en especial sobre el tema catalán que no ha gustado mucho entre la Izquireda Socialista, que apuesta por una consulta no vinculante y no de autodeterminación que sirva para conocer la opinión de los catalanes.
Por su parte, Sánchez el pasado sábado en el Congreso del PSC se refirió a la apuesta federal como solución a la situación en Cataluña, sin hacer alusión al »derecho a decidir», como propone el PSC siempre que sea legal y conforme al Estado.
Tapias sabe que tiene un puesto asegurado en la Ejecutiva, pero no en la Permanente que es la que elegirá al nuevo secretario general y tomará decisiones. Por ello, ha solicitado la reunión con carácter «urgente» (antes del viernes) para saber cómo va a integrarse la Izquierda Socialista en el nuevo proyecto socialista y si Sánchez cuenta con ellos en su »regeneración».
»Un equipo que reúna todas las sensibilidades del partido»
Al margen de las tensiones, Pedro Sánchez anunció que quería reunir en su equipo todas las sensiblidades de las distintas corrientes socialistas que combinen unidad, experiencia y renovación en todas sus áreas.
La nueva dirección relevará de sus funciones a la portavoz parlamentaria y mano derecha de Rubalcaba, Soraya Rodríguez y quien suena con fuerza para renovar el puesto sería Magdalena Valerio. Diputada extremeña, fue consejera de Castilla-La Macha en el Gobierno de José María Barreda y «mujer de carácter» capaz de plantarle cara a Sáenz de Santamaría, según fuentes cercanas.
Otra de las mujeres que pisan fuerte y que podría formar parte del equipo de Sánchez es Verónica Pérez. La sustituta de Susana Díaz al frente de la secretaría general del PSOE de Sevilla desde hace ocho meses. Es confidente de la presidenta de la Junta, y por tanto, uno de los nombres que podría haber sonado en la primera reunión mantenida entre Sánchez y Díaz para curbrir el cupo andaluz en su equipo.
Si hay algo que ya suena con fuerza es la eliminación del puesto que ocupaba Elena Valenciano como vicesecretaria general que recuperó José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2008 y que podría no tener sustituto.
Pero la sorpresa podría ser la integración de Carme Chacón a la Ejecutiva. Tras poner a »parir» mediante una carta que ella misma publicó en su web descalificando la consulta y el Congreso Extraordinario, podría ocupar un puesto de relevancia.
Algunos se preguntan si esa entrada supondría su rechazo a las primarias abiertas del partido para la presidencia, y otros opinan que mejor que se integre en esta oportunidad porque «su tren ya pasó y perdería todo», aseguran fuentes socialistas.
Esperar o tener un puesto de responsabilidad sabiendo que es su última oportunidad. Los nombres que algunos en Ferraz ya dan por seguro son Ximo Puig, el líder de los socialistas valencianos; Tomás Gómez, de los madrileños y Óscar López, actual secretario de Organización.
Está por ver si la consulta a la militancia ha surtido efecto con un equipo renovado, o por el contrario, sigue siendo ese »más de los mismo» orquestado por el »aparato» con tan solo una cara nueva, la de su futuro secretario general.