El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, abordará hoy en su primera visita oficial a Bruselas las relaciones transatlánticas con la Unión Europea y la OTAN y les llevará el mensaje de que Europa sigue siendo un socio indispensable.
Pence tratará de tranquilizar a los europeos en cuanto a que pueden seguir confiando en EEUU como un socio fiable, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, llegase a calificar a la Alianza Atlántica de organización «obsoleta» o a la UE de «consorcio», y de sus gestos hacia el presidente ruso, Vladímir Putin.
En el primer evento internacional a gran escala en el que participa, la Conferencia de Seguridad de Múnich, Pence aseguró este sábado que el compromiso de su país con los europeos es «inquebrantable»
«EEUU apoya decididamente a la OTAN y será inquebrantable en su compromiso con esta alianza», declaró Pence, después de que el jefe del Pentágono, James Mattis, dijera en la sede de la OTAN que los aliados deben contribuir más a esa organización si no quieren ver que Estados Unidos «modera» su implicación en ella.
Antes de emprender su viaje a Europa, un asesor de la Casa Blanca había indicado que el vicepresidente trasladaría el mensaje de que el Viejo Continente continúa siendo «el socio indispensable» de EEUU.
Aunque, según avanzó, Pence sí reiterará la necesidad de que los aliados europeos inviertan más para cumplir el compromiso adquirido en la OTAN de llegar al 2 % del PIB en gasto en defensa.
En Bruselas, Pence se reunirá en primer lugar en la residencia del embajador estadounidense ante Bélgica con la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini.
A continuación, lo recibirá el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, con quien realizará unas declaraciones sin preguntas a la prensa, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Por la tarde, se trasladará al cuartel general de la OTAN para encontrarse con su secretario general, Jens Stoltenberg, junto a quién está previsto que dé una breve rueda de prensa.
Tras aterrizar el domingo en Bruselas, Pence mantuvo una cena de trabajo con el primer ministro belga, Charles Michel.