“Es un andaluz”. Es la prima palabra que menciona el periodista Graciano Palomo para definir al que se considera el ideólogo de la estrategia que ha llevado a dos presidentes del PP a La Moncloa. A Pedro Arriola (Sevilla, 1948) se le adjudica el clásico “váyase, señor González» y la idea del perfil bajo para Mariano Rajoy. Cuando Palomo se refiere al sociólogo de cabecera del presidente del Gobierno como un “andaluz”, quiere decir que “cuenta las cosas con desenfado, sin esa crudeza castellana”, y que si eso se suma a una “gran inteligencia y preparación” el resultado es que se convierte en una figura imprescindible para los gobernantes que le han elegido como asesor, como gurú, como hechicero.
Sobrino-nieto de Juan Ramón Jiménez, Arriola estudió Económicas en Málaga y Políticas en Madrid. Pero se considera un sociólogo. Su vida profesional la ha desarrollado en tres ciudades: Sevilla, Málaga y Madrid, donde reside desde 1977. Casado con Celia Villalobos, padre de tres hijos y abuelo de otros tantos, ha sido asesor en el ámbito de la enseñanza, de la magistratura, del colegio de médicos, de la CEOE… Y desde 1989, el único asesor externo de un presidente del PP; durante 14 años de José María Aznar y después, de Mariano Rajoy.
Graciano Palomo, autor de la biografía del presidente «El Hombre Impasible», y el único periodista que ha entrevistado a Pedro Arriola, destaca su preparación, su capacidad para interpretar muy bien los movimientos sociales y su cualidad negociadora. Tres atributos que ‘cautivaron’ primero a Aznar, en una cena en el restaurante Viridiana, y después a Rajoy. “Conoce como nadie la realidad española y sabe presentar muy bien los datos”. Afable, muy educado y “extraordinariamente listo”, Arriola despacha directamente con el presidente Rajoy, aunque no forma parte del equipo de La Moncloa y se declara de perfil independiente.
“Es un hombre que esconde muchos secretos. Pero que dice que no va a escribir unas memorias”, cuenta Palomo.
El secreto de Arriola para atraer a los que gobierna es que “convence porque presenta los datos bien consultados” y basándose en ellos construye la estrategia política. “Parte de la base de que los partidos de la oposición no ganan las elecciones, sino que las pierden los que gobiernan”. Rajoy siguió a pie juntillas esa doctrina a partir de 2008 y tras salir vivo del Congreso de Valencia.
¿Y ahora qué aconseja al presidente? “Arriola le ha dicho que ahora tocan las reformas y los ajustes aunque sean dolorosos, pero que tiene dos años por delante para que el país se recupere”. ¿Y el reto soberanista de Catalunya? “Me imagino que le habrá recomendado que no se ponga nervioso, que utilice los instrumentos del Estado y las leyes, y que vea por dónde salen los otros. Le habrá aconsejado sentido común y criterio”.
Pedro Arriola, que “admira a la gente capaz de sintetizar una realidad en una frase” – no le hubiera importado trabajar para Alfonso Guerra-, aparece en los papeles secretos de Bárcenas. Según cuenta Palomo, sus críticos se quejan de que sus servicios son “caros”. Graciano Palomo le preguntó por el precio de sus consejos políticos. Pero Arriola guardó silencio, como acostumbra.