El pleno del Parlament ha aprobado este jueves una resolución que ratifica «la confianza en Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat de Cataluña». Los votos de Junts Pel Catalunya (JxCat), Esquerra Republicana (ERC) y la CUP han conseguido apoyar al expresident; lo que no ha hecho el independentismo es ratificar también la declaración de independencia que se produjo en la Cámara catalana el pasado 27 de septiembre.
Los tres grupos independentistas han aprobado así una restitución simbólica del presidente cesado y actualmente en Bélgica, pero no lo han investido de forma efectiva, ya que esto abriría un nuevo contencioso con el Tribunal Constitucional. Con esta decisión, el reloj de la investidura continúa parado, algo que no es del agrado de la oposición que reclama que el tiempo comience a correr para desbloquear la situación.
La resolución aprobada hoy implica la restitución simbólica de Puigdemont e incluye la reivindicación del 1-O de 2017. La destitución del expresident la cnsideran como «ilegal e ilegítima» que se aplicó tras la aprobación del artículo 155 en el Senado. Esta resolución se ha aprobado con los 67 votos a favor de JxCat, ERC y la CUP; los 24 votos en contra del PSC y los comuns, mientras que Cs y PP han decidido no participar en la votación por considerar que la propuesta es contraria a las resoluciones del Tribunal Constitucional (TC).
La CUP había presentado una enmienda a la resolución que se ha aprobado que pedía que la Cámara ratificara la declaración de independencia del 27 de octubre, pero finalmente no se ha votado porque han llegado a un acuerdo con JxCat para aprobar un texto diferente y rebajado en cuanto a sus intenciones.
La polémica: «las injerencias»
La votación más polémica ha sido aquella que exigía el cese de » las injerencias del Gobierno del Estado ante las instancias jurisdiccionales y el Tribunal Constitucional», que reivindica que el referéndum del pasado 1 de octubre reflejaba la voluntad legítima de los catalanes.
El diputado del PSC David Pérez ha pedido la palabra para explicar que en la reunión de la Mesa del Parlament de antes del pleno los letrados de la Cámara han defendido que la resolución podría ser inconstitucional y no debería haber sido ni tramitada ni votada ante el plenario. Los letrados han argumentado que la resolución defendía como legítimo un referéndum contra el que el Tribunal Constitucional falló en contra pero, aún así, el presidente de la Cámara, Roger Torrent, y la mayoría independentista de la Mesa han decidido seguir adelante.
Pérez ha recordado que los miembros de la Mesa tienen «el deber de impedir o paralizar» cualquier iniciativa que contravenga al Constitucional, y ha constatado que no ha sido así.
El independentimos insiste en «la República»
Desde los partidos independentistas insisiten en que el camino sigue siendo el mismo: la república catalana. el diputado de JxCat Quim Torra ha afirmado que esta resolución es un nuevo «punto de partida»; la líder de ERC ha pedido que haya un Govern efectivo cuando antes; y la CUP ha criticado a sus compañeros de viaje por «recular».
El resto de grupos de la Cámara han criticado la resolución de los independentistas y han pedido que Puigdemont asuma ya que no será presidente de nuevo y la líder de la oposición, Inés Arrimadas, ha preguntado a la bancada independentista «cuánto tiempo van a mantener esta farsa y esta mentira».
Ahora está por ver si JxCat, ERC y la CUP proceden próximamente a investir a Puigdemont en el Parlament, pero según recoge un documento interno de los »cupaires» que trascendió el miércoles, los tres grupos ya han hablado de que la persona investida sea Jordi Sànchez (JxCat).
Aunque Sànchez está encarcelado y esto dificulta su investidura, la diferencia con Puigdemont es que sí se ha sometido a la justicia, por lo que su abogado, Jordi Pina, tiene previsto pedir permiso al juez Pablo Llarena para que su cliente pueda ser investido por la Cámara.