El nuevo secretario general del PSOE Pedro Sánchez ha cargado este domingo contra el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol por haber ocultado su fortuna a Hacienda durante 34 años y ha tildado de «hipócritas» a quienes, cuando hay que elegir entre patria o patrimonio, optan por el segundo y «se lo llevan a un paraíso fiscal».
Sánchez ha sido elegido esta mañana por más del 86% de los delegados del congreso extraordinario socialista. Con un total de 136 votos en blanco, «algo alto para la ratificación que esperaban algunos dirigentes», comentan algunos delegados.
El discurso de clausura ha supuesto un auténtico programa de gobierno para Sánchez, con propuestas económicas, de regeneración democrática y de recuperación de derechos y leyes sociales. El madrileño ha incidido especialmente en la lucha contra la corrupción y ha rechazado sin citarle directamente «el patriotismo» de Jordi Pujol «que cuando tiene que elegir entre patria o patrimonio, «¡elige patrimonio, se lo lleva al paraíso fiscal de al lado!».
Frente a las aspiraciones soberanistas de CiU y ERC, Sánchez ha proclamado que mienten aquellos que apelan a la separación para defender su libertad: «Libertad y separación no son iguales. Los catalanes y el resto de los españoles queremos liberarnos de los mismos males, que se llaman crisis, la falta de trabajo, la decadencia institucional, la corrupción, y hay mucha en Cataluña, por lo que estamos viendo, y la desigualdad», ha señalado.
Sánchez ha elogiado la postura del PSC y de su nuevo secretario general, Miquel Iceta, en el debate soberanista catalán ante la consulta convocada por el Gobierno de Artur Mas en noviembre. «Ha sido muy importante para nosotros que Sánchez haya dicho eso porque trabajaremos juntos para un proyecto que ilusione a todos los catalanes», ha señalado a este medio el que fue candidato a las europeas, Javier López.
A juicio de Sánchez a los socialistas catalanes «no se les llena la boca de patria, pero hacen «patria todos los días». Sánchez ha dicho estar «convencido y persuadido» de que «al otro lado del Ebro hay muchos socialistas españoles orgullosos de que en un momento de enorme tensión y de fractura social, los únicos que han levantado la bandera de la concordia y de la convivencia» han sido los «hermanos socialistas catalanes».
«Ser federalista es una cuestión de sentimientos, de valores, una postura política abierta al diálogo, a la negociación y al pacto. Y ante el choque de trenes, la recentralización de la derecha madrileña y el separatismo de Mas, los socialistas nos proponemos reformar la Constitución para que todos los españoles votemos de nuevo un marco de convivencia federal», ha defendido.
El secretario general del PSOE ha considerado una «contradicción» del independentismo catalán pretender «defender la fortaleza de Europa separándose de una parte de Europa que es España».
Cerco a la corrupción
El nuevo secretario general ha asegurado que no le temblará nunca la mano para echar a un corrupto. Y ha comentado que se ha elegido a la nueva dirección del PSOE, es «un mal día para los tramposos que se envuelven en la bandera y llevan su dinero a paraísos fiscales», en referencia también al PP y »a sus famosas cuentas en Suiza».
Sánchez que se reúne mañana a las 17:00 horas con Mariano Rajoy en La Moncloa, ha anunciado que le dará un «claro y rotundo no» al presidente del Gobierno sobre la elección directa de alcaldes. Y le ha emplazado a que si de verdad quiere una regeneración democrática tiene que empezar limpiando su casa: «Si Rajoy quiere de verdad regenerar la democracia lo tiene muy sencillo, que coja la escoba y empiece a limpiar su casa», ha señalado.
A su vez, el madrileño expresó su “claro y rotundo no” a la elección directa de alcaldes que pretende Mariano Rajoy, al que acusó de intentar “resolver sus líos internos” vistiéndolo de regeneración democrática mientras “trampea” o acomete “indecentes pucherazos electorales como el de Castilla-La Mancha”.
“Si quiere de verdad regenerar la democracia”, dijo a Rajoy el día antes de reunirse con él en el Palacio de La Moncloa, “que coja la escoba y empiece a limpiar su casa y su partido”, y que asuma responsabilidades políticas por la presunta financiación irregular del PP, “aunque sea en diferido”.
Otro de los grandes retos que señaló como prioritarios es la definición de un nuevo marco de convivencia terriorial, y en ese sentido defendió que la España autonómica “que queremos transformar en federal” no es la culpable de “desmanes” como el falseamiento de las cuentas públicas en la Generalitat Valenciana.
Acusó de ello a políticos “indignos” y defendió que tanto los catalanes como los demás españoles “queremos liberarnos de los mismos males”, entre ellos la corrupción, “que hay mucha en Cataluña, por lo que estamos viendo”. Son males que en un mundo globalizado “solo podemos resolver juntos”.
Ante el reto de cambiar España
Sánchez ha asegurado que es «plenamente consciente» de la herencia que recibe, la de un partido de 135 años fundado por Pablo Iglesias, un hombre «cabal, honrado, insobornable, pacifista» y al que se refirió como «el abuelo de todos los socialistas».
Con ese legado, abogó por decir «alto y claro» que todo lo bueno que ha pasado en España ha llegado de la mano de los socialistas. Se comprometió por ello a «reivindicar todos y cada uno de los días de los gobiernos socialistas, de los dos grandes presidentes que ha tenido la democracia española».
Aseguró que asume el reto de modernizar a una España «en la encrucijada» que desconfía de unos políticos «obsesionados por el corto plazo que olvidaron poner las luces largas», que corre el riesgo de quedarse a la cola de la globalización y que se siente «indignada por la injusticia y ofendida por la impunidad». Un país, añadió, que se siente «hastiado, indignado y herido».
Pidió por ello ponerse “manos a la obra” para cuestionar “todo lo que no funciona” y dar la cara «no a través de pantallas de plasma», en referencia a Rajoy, para garantizar una España en la que trabajar permita llegar a fin de mes y tener tiempo para los hijos, con prestaciones por desempleo, con igualdad salarial, con pensiones dignas, sin “terrorismo machista” y donde la palanca de progreso sea el mérito y no “el enchufismo”, donde la indignación se torne en confianza. “El compadreo”, dijo, “se lo dejamos a Aznar, a Rato, a Blesa y compañía”.
Consideró “inaplazable” la transición económica para definir “cómo se va a ganar la vida España”, convencido de que no hay nada “más ideológico” que la economía y de que es necesario recuperar el espacio de la política en la gestión de la economía. “Nunca fue la economía. Siempre fue la política, siempre lo fue”.
Aseguró que los retos de la economía española son los mismos que antes de la crisis, y urgió al partido a definir una alternativa progresista tanto en España como en Europa, para que las clases medias dejen de sorportar el esfuerzo mayor contra la crisis, para animar las exportaciones mediante una depreciación del euro y para graduar el ajuste fiscal.
Recuperar a los votantes perdidos
Entre sus prioridades, Sánchez destacó que trabajará mucho para recuperar a esos votantes desencantados que no nos votaron, también en referencia al tercio de votantes que las pasadas europeas votaron a Podemos siendo afiliados del PSOE.
Se mostró convencido de que todos ellos irán volviendo al PSOE, pero para ello rechazó “jugar con las nobles expectativas” de la gente. Hay que explicar, puso como ejemplo, que si España no paga su deuda las consecuencias no las sufren los grandes directivos, sino los trabajadores, y hay que asumir que a un partido con vocación de gobierno “las promesas no le salen gratis”.
La fórmula es “bien sencilla”, concluyó: “cumplir lo que prometemos, ni más ni menos”. Por ello, para dar ejemplo de transparencia, se comprometió a publicar trimestralmente las cuentas del partido y a que nadie pueda ocupar un cargo sin publicar su declaración de bienes e intereses. Nadie debe renunciar a la posibilidad de ese cargo ni “avergonzarse” de patrimonio, grande o pequeño, afirmó, pero todos deben saber que el principal patrimonio de los socialistas es “la honradez y la transparencia”.
Frente a los populismos que se limitan a colocar las velas en función de la dirección del viento, Sánchez se refirió al PSOE como un gran cauce al que pueden afluir nuevas energías, con una remontada que tiene ya en Andalucía, Asturias y Canarias el “contraste contundentes” de políticas respecto al PP, y que se experimentará en las elecciones municipales y autonómicas, para las que prometió todo su esfuerzo.
“Hoy es un mal día para la derecha, para todos los que quieren imponernos su moral y erosionar el estrado del bienestar, para quienes quieren aprovechan crisis para convertir en realidad sus sueños más inconfesables, para los de sobres llenos y las conciencias vacías, los tramposos que se envuelven en la bandera de Españ y se llevan el dinero a paraísos fiscales, para quienes su único proyecto es atacar a socialistas, quienes necesitan decir que todos somos iguales para sentirse diferentes”, afirmó.
Es, concluyó, “un pésimo día para quienes quieren un PSOE débil, porque de este congreso salimos más fuertes y más unidos”, con los socialistas “de nuevo en pie, en marcha para cambiar España. Lo hemos hecho dos veces y lo vamos a hacer una tercera”.
Sánchez había comenzado su discurso con la petición al Gobierno, a la Unión Europea y a la comunidad internacional para frenar la guerra en Gaza. Poco menos de una hora después y junto al resto de su Ejecutiva, clausuró el Congreso Federal Extraordinario cantando La Internacional pero esta vez sin el puño en alto.
Sus propuestas
Entre las propuestas recogidas en su discurso se encuentran:
-Publicar cada tres meses en internet las cuentas del PSOE. «Vamos a publicar trimestralmente en Internet la cuentas del partido. Publicaremos los bienes y los intereses de cada uno de los cargos del PSOE. Nadie podrá tener responsabilidad publica sin hacer publico su patrimonio `porque el único patrimonio que exigimos es el de la honradez y transparencia. El patrimonio de la ejemplaridad», ha comentado.
-Obligar a todos los cargos públicos del partido a publicar su renta. Exigir a los cargos electivos una declaración de bienes transparente.
-Limitación de mandatos en la Presidencia del Gobierno. (A dos legislaturas)
-Reordenar la financiación de los partidos políticos. «Para que no ocurra lo de la trama Gürtel», ha apostillado.
-Desbloquear las listas electorales.
-Reformar el voto rogado en las elecciones.
-Trabajar más cerca de la UGT y de los llamados «indignados», las organizaciones sociales de base, los partidos de la izquierda, el mundo de la cultura, el arte y el pensamiento progresista y «al encuentro de todos los votantes que se alejaron de nosotros y votaron a otras opciones», ha comentado.
-Derogar la reforma laboral como primera medida si los socialistas llegan a la Moncloa y recuperar derechos laborales «perdidos», como la negociación colectiva.
-Derogar la reforma de la ley del aborto si el Gobierno del PP finalmente la lleva a cabo.
-Presentar un proyecto sobre energía para recuperar las renovables y que permita además acabar con la llamada «pobreza energética».
-Plantear una reforma fiscal progresiva, que equipare las rentas del trabajo con las del capital y un plan para combatir el fraude fiscal.
-Impulsar un plan de inversión pública que incluya la posibilidad de que las familias reestructuren su deuda.
-No «malvender» nunca un banco rescatado.
-Denunciar los acuerdos con la Santa Sede.